De acuerdo con el estudio de Ecofys, de la Fundación Europea del Aislamiento Industrial, las soluciones de aislamiento de procesos y sistemas industriales podrían generar un ahorro de 400 millones de euros anuales en España.
Concretamente, se podría reducir el consumo energético en 13.600 gigavatios hora, y la emisión de 3,4 millones de toneladas de CO2.
Sin duda, se trataría de un gran avance en términos de sostenibilidad por parte del sector industrial. Ahora bien, hay una serie de factores a tener en cuenta, para lograr este objetivo.
Inversión
El citado estudio señala que este objetivo de ahorro está supeditado a la inversión, tanto por parte del sector privado, como del público.
Concretamente, la inversión estimada asciende a 7.370 millones de euros, de los cuales el sector público se haría cargo de 1.647 millones.
El recientemente aprobado “Mecanismo de Recuperación y Resiliencia”, por parte de la Unión Europea ha atribuido a España un total de 69.528 millones en ayudas directas, así como otros 85.000 millones, disponibles en forma de préstamos.
Se trata de una excelente oportunidad para financiar la transición hacia una economía verde.
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Rehabilitación
En segundo lugar, la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (AFELMA) destaca la importancia de la rehabilitación de la infraestructura e instalaciones industriales.
Aunque el óptimo aislamiento de las instalaciones de nueva creación es un aspecto importante, la rehabilitación de las ya existentes ofrece un mayor impacto, en el corto y medio plazo.
El 10% de las superficies industriales no cuentan con aislamiento o este se encuentra en un estado de deterioro. Y el 90% restante podría beneficiarse de un ahorro energético del 75%, gracias a la mejora de su aislamiento.
Tipos de materiales
Igualmente, AFELMA aboga por el uso de lanas minerales, obtenidas a partir de productos naturales como la arena silícea o la roca basáltica.
Estos materiales ofrecen tres ventajas fundamentales:
- Aislamiento acústico
- Aislamiento térmico.
- Protección contra el fuego, gracias a su carácter ignífugo
Las lanas de vidrio y roca pueden ser utilizadas para el aislamiento de todo tipo de edificios e instalaciones, ya se trate de suelos, cerramientos, cubiertas, falsos techos, fachadas, conductos de aire acondicionado, aislamiento térmico de tuberías, equipos, tanques o superficies calientes, que experimenten pérdidas de energía.
Por supuesto, existen otros materiales y productos manufacturados que ofrecen beneficios similares, y también deberían ser incluidos en la planificación y rehabilitación del aislamiento térmico de equipos en edificación e instalaciones industriales. Tal es el caso de:
- Vidrio celular o expandido: elaborado a partir de polvo de vidrio cocido, y que se utiliza como aislante térmico e ignífugo.
- Espuma elastomérica: diseñada como aislamiento térmico flexible para instalaciones en el exterior, gracias a su condición de barrera frente al vapor de agua, y su efecto reductor de la condensación.
- Material microporoso: aislamiento en forma de fibras o polvo compacto, que soporta temperaturas de trabajo de hasta 1.000 °C.
- Fibra cerámica: fabricada con lana de silicato alcalino terroso, que ofrece múltiples soluciones para la gestión térmica, gracias a su resistencia, flexibilidad y propiedades térmicas.
- Aerogel: formada por aerogel de sílice y reforzada con relleno de fibra de vidrio no tejida, y que soporta temperaturas de hasta 1.000 °C.
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Compromiso de Solunion con la energía asequible, segura, sostenible y moderna
En Solunion, estamos comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos por las Naciones Unidas (ONU).
Concretamente, el ODS 7 establece, a corto plazo, la garantía de acceso universal a la energía asequible, segura, sostenible y moderna.
Entre las medidas que hemos adoptado, destacan el establecimiento de criterios de eficiencia energética y uso de energías renovables en nuestras instalaciones, la restricción de suscripción de riesgos basados en combustibles fósiles, y la formación interna en pautas de ahorro y consumo.
