Como consecuencia de la crisis económica que tuvo lugar hace poco menos de una década, el sector de las bebidas espirituosas llegó a sufrir pérdidas de hasta el 40%.
El proceso de recuperación se inició en 2014 y tuvo su momento cumbre en el año 2016, con un crecimiento anual del 4%. El año pasado, el sector consolidó su senda de crecimiento. Sin embargo, ha dado muestras de debilidad, con una expansión del 2%, que se aleja de la tasa del 4% esperada por la FEBE (Federación Española de Bebidas Espirituosas).
Producción, consumo y exportaciones españolas de bebidas espirituosas
La producción y comercialización de bebidas espirituosas en España tiene un valor superior a los 7.500 millones de euros y supone un 0,17% del PIB. El sector genera 330.000 empleos directos e indirectos, y está compuesto por un 80% de pymes de carácter familiar.
Concretamente, en 2017 se produjo un total de 218 millones de litros, de los cuales el 40% tuvo como destino la exportación. De hecho, el comercio internacional es uno de los principales responsables del crecimiento del sector. Las exportaciones crecieron un 5% el año pasado, acercándose a los 620 millones de euros.
El brandy es la categoría estrella de las exportaciones, y los principales países destinatarios de la producción española de bebidas espirituosas son Filipinas –con mercancías por valor de 72 millones de euros-, Alemania –con 48 millones de euros-, México –con 42 millones de euros- y Francia –con 31 millones de euros-.
Por otro lado, los hábitos del consumidor español respecto a este tipo de bebidas están basados en la moderación, lo que supone un consumo de 6,2 litros por persona y año. Se trata de la cifra de consumo per cápita más baja de la Unión Europea. Además, la mayor parte del consumo de bebidas de alta graduación alcohólica tiene lugar en hoteles y restaurantes. De hecho, la reciente climatología adversa preocupa al sector, que prevé una ralentización de su crecimiento.
Afortunadamente, España sigue atrayendo una gran cantidad de turistas extranjeros. Se trata de alrededor de 75 millones de personas que, además, demuestran ser ávidos consumidores de bebidas espirituosas, especialmente durante la época estival.
En lo que se refiere a las cifras de consumo, las bebidas de mayor graduación solicitadas en España son el whisky –con un 27%-, el gin –con un 22%-, el ron –con un 16%- y los licores –con un 13%-.
Principales amenazas y dificultades del sector de las bebidas espirituosas
La situación actual del sector está viéndose lastrada por tres factores clave, cuyo rumbo aún no está del todo claro y que puede influir radicalmente en el crecimiento a corto y medio plazo.
Inestabilidad sociopolítica nacional
La situación política en Cataluña ha generado un clima de inestabilidad que afecta al sector de las bebidas espirituosas y licores.
La incertidumbre acerca de su resolución y las consecuencias que pueda tener sobre el mercado y la regulación jurídica del mismo, ha impactado en el comercio interno y la inversión.
Subida del tipo impositivo
Como parte de las medidas adoptadas por el anterior gobierno para lograr un aumento de la recaudación fiscal, se procedió a incrementar el tipo del IVA al 21%.
Durante los primeros meses posteriores a la reforma fiscal, se experimentó un repunte en la recaudación pública. Sin embargo, la subida del IVA no tardó en generar un impacto negativo sobre el consumo y la consiguiente merma para las arcas públicas.
De hecho, según las cifras de la propia FEBE, la recaudación generada durante el primer cuatrimestre del presente ejercicio ha caído un 9,4% respecto al 2017.
Posible guerra comercial con EE.UU.
La administración estadounidense ha declarado en múltiples ocasiones su voluntad de incrementar los aranceles de los productos que se importan a este país. Hace escasas semanas se produjo un fuerte repunte arancelario que afectó a la aceituna española.
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Sector agroalimentario español entre los principales exportadores mundiales
El volumen de exportaciones españolas de bebidas espirituosas a Estados Unidos es bastante significativo y asciende a un valor de 20 millones de euros. Por lo tanto, la expansión de la guerra comercial a este sector podría tener un impacto negativo en las cifras.
En conclusión, el sector goza de buena salud pero necesita contar con una mayor estabilidad fiscal y sociopolítica, que proporcione un clima apropiado para el crecimiento sostenido.