De acuerdo con las previsiones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el valor de las importaciones y exportaciones a nivel mundial podría caer entre un 13% y un 32% en 2020.
El comercio exterior español no es ajeno a esta fuerte caída. Sin embargo, y pese a las adversidades, hay sectores que han demostrado un comportamiento positivo.
Caída generalizada de las exportaciones e importaciones
Según el último “Informe Mensual de Comercio Exterior”, publicado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo el pasado mes de mayo, las exportaciones españolas de bienes cayeron un 17,2% durante los primeros cinco meses del año, para situarse en 101.461,5 millones de euros.
Por su lado, las importaciones experimentaron un comportamiento similar, con una reducción del 18,5%, hasta los 110.516,5 millones de euros.
En términos de volumen, dicha caída supuso un 17,5% para las exportaciones, y un 17,1% para las importaciones. En el primer caso, el índice de precios de incrementó en un 0,4%, y en el segundo caso, se redujo en un 1,7%.
Comparación con otras regiones
En comparación con otros países y regiones, España ha mostrado un comportamiento análogo al de sus vecinos..
Las exportaciones de la zona euro y la Unión Europea en su conjunto se contrajeron un 13,9% y 13,4% respectivamente. Por países, Alemania cedió un 14,1%, Francia un 22,% e Italia un 16%.
Más allá de las fronteras comunitarias, destacan las caídas de Reino Unido (15,6%), Estados Unidos (15%), China (7,7%) y Japón (13,1%).
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Principales sectores afectados en el comercio exterior español
El citado informe destaca un total de cuatro sectores, como los más afectados por la caída del comercio exterior: el sector del automóvil, los bienes de equipo, las manufacturas de consumo y los productos energéticos.
No obstante, aquellos sectores con mayor peso específico en las exportaciones experimentaron un comportamiento diverso:
- El sector de la alimentación, las bebidas y el tabaco, que aglutina el 21,6% de las exportaciones, creció un 5,4%.
- Los bienes de equipo, con un 18,9% de las exportaciones, se contrajeron un 22,2%.
- Los productos químicos, que suponen el 16,7% del total, mermaron en un 5%.
- Y el sector del automóvil que abarca el 12,5%, descendió un 34,2%.
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Destinos con peores resultados
Las exportaciones españolas a otros países de la Unión Europea representan el 59,8% del total.
Desafortunadamente, Europa también ha sido el continente más afectado por la COVID-19, motivo por el cual las ventas españolas cayeron un 16,7%, en destinos de la zona euro; así como un 16,8% en el resto de los países de la Unión Europea.
Concretamente, los destinos más afectados fueron Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
Fuera de la Unión Europea, la caída interanual se situó en un 17,8%.
Superávit en la balanza comercial con la Unión Europea
Si bien la caída de las operaciones españolas de comercio exterior ha supuesto un importante retroceso, también es posible encontrar cierto consuelo.
Esto se debe a que las exportaciones se vieron más reducidas que las importaciones, motivo por el que se ha producido un superávit comercial durante la primera mitad del año.
En un anterior artículo, ya destacamos la reducción histórica del déficit comercial, durante el primer trimestre de 2020, con una caída del 19% respecto a 2019, hasta situarse en 7.661 millones de euros.
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El reciente informe del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, ha confirmado que dicha tendencia se ha mantenido.
En el caso de los destinos extracomunitarios, el déficit comercial de mayo se redujo un 41,3% interanual, hasta situarse en 2.210,7 millones de euros.
El acumulado del año supone un déficit de 9.055 millones de euros; es decir, un 31,3% menos que el mismo periodo de 2019.
Además, España también logró incrementar el superávit comercial con la Unión Europea, hasta alcanzar, en mayo, los 2.335,2 millones de euros.
Se trata de un notable incremento respecto al mismo mes de 2019, cuando el superávit alcanzó los 1.656,8 millones de euros.
Conviene señalar que la evolución negativa del comercio internacional no se ha debido únicamente a la paralización de buena parte de la actividad económica, como consecuencia de la COVID-19.
Evidentemente, este fenómeno ha contribuido a agravar el deterioro comercial. Sin embargo, esta tendencia ya había estado fraguándose a lo largo de los últimos años, debido a las guerras comerciales, y la consiguiente aplicación de barreras y medidas arancelarias.
Por ese motivo, es razonable prever que la recuperación de la actividad comercial no solo va a depender de la pronta resolución de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.También será necesario un mayor entendimiento entre las diferentes regiones comerciales, con un esfuerzo de colaboración y entendimiento mutuo.
