El sector agroalimentario aporta un valor bruto de 100.000 millones de euros a la economía española, lo que representa alrededor del 11% del PIB nacional. Además, genera un total de 2,7 millones de empleos directos e indirectos.
En este artículo, vamos a analizar las principales oportunidades, así como el mayor desafío que el sector afronta en estos momentos.
Cambio en los hábitos de consumo
Según el informe “IPG Mediabrands Spotlight”, publicado a comienzos del año pasado, la distribución de la renta de los españoles está en proceso de cambio, y el sector de la alimentación va a ser uno de los más influenciados.
Por un lado, se prevé que el gasto destinado a alimentación se incremente un 2% durante 2021. Además, el 64% de los consumidores se muestra a favor de los productos ecológicos, por lo que el sector debe revisar sus esfuerzos en esta área.
Por otra parte, un estudio publicado por la consultora IRI señala que el 50% de los compradores europeos han probado nuevas marcas, debido a que no lograban encontrar el producto que buscaban. Se trata de una excelente oportunidad para posicionar los productos agrícolas en el mercado común.
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Resiliencia de la cadena de suministro
La fortaleza de la logística del sector de la alimentación, especialmente, el relacionado con los productos de primera necesidad ha jugado un papel fundamental desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19.
Los gobiernos nacionales han podido apreciar la importancia de la industrialización agroalimentaria, que ha conseguido superar la prueba de hacer frente a una crisis sanitaria como la actual.
Competitividad en costes de producción
El sector agroalimentario español presenta una estructura de costes inferior a la de sus vecinos y competidores europeos.
Sin embargo, el tamaño de las empresas también es más reducido, lo cual dificulta la competitividad a gran escala.
Esta situación plantea dos alternativas complementarias:
- por un lado, el sector debe valerse de su capacidad para innovar y extraer valor de lo que ya produce.
- por otro lado, tienen ante sí la oportunidad de unificar la cadena de valor, para hacerla más sostenible, así como invertir en la percepción de la marca España.
Digitalización y comercio electrónico
El comercio electrónico ha experimentado un fuerte repunte a lo largo de 2020, y todo indica que el 2021 va a seguir la misma evolución.
El sector agroalimentario necesita adaptarse con rapidez a esta nueva tendencia de consumo.
Así mismo, debe aprovechar las múltiples oportunidades que brinda la digitalización de los procesos de producción, la cual promete importantes mejoras en productividad y sostenibilidad.
Evidentemente, para sacar partido de las nuevas tecnologías, también se requiere personal formado en las competencias necesarias. Para ello, es deseable que haya una mayor colaboración entre el sector, el ecosistema formativo y los centros de investigación y desarrollo.
El reto del desequilibrio entre costes y precio
Por último, no debemos olvidar un problema que se ha aparcado durante 2020, debido a las circunstancias, pero que debe ser afrontado.
Puede que la pandemia de la COVID-19 haya supuesto un cambio de perspectiva para el sector agroalimentario y la percepción de este por parte de los ciudadanos y gobernantes. Sin embargo, sus limitaciones estructurales siguen presentes un año después.
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A pesar de que los costes de producción son comparativamente más bajos que en otros países de la Unión Europea, los precios se han mantenido igualmente bajos durante un periodo muy prolongado de tiempo.
Además, el aumento de los costes en ámbitos como la energía y los productos fitosanitarios, así como la subida del salario mínimo interprofesional están sometiendo al sector a una fuerte presión financiera.
El pasado mes de octubre, los ministros de agricultura de los países de la Unión Europea aprobaron el nuevo acuerdo de Política Agraria Comunitaria (PAC). La partida española para el periodo 2023-2027 está dotada con 390.000 millones de euros, lo cual se asemeja a la cifra del periodo actual. No obstante, el sector ha señalado que no se ha tenido en cuenta la inflación acumulada durante los últimos años.
Solunion apoya al sector agrario
Tan solo en el último ejercicio, las ventas entre empresas agroalimentarias protegidas por el seguro de crédito de Solunion han superado los 20.000 millones de euros.
En la coyuntura actual, disponer de un socio que aporte seguridad financiera y conocimiento de proveedores y clientes es aún más importante, para proteger la cuenta de resultados de estas empresas.
Por ese motivo, hemos preparado una oferta especial para las empresas del sector agroalimentario, con coberturas y productos específicos de forma que nuestros asegurados pueden crecer y prevenir mejor sus riesgos en este entorno de mayor incertidumbre.