De acuerdo con el informe “Growing risks and uneven state support”, elaborado por Allianz Research, las insolvencias mundiales se incrementaron un 10% durante el pasado ejercicio.
A la hora de buscar nuevos clientes, es fundamental verificar la solvencia de estos con el fin de reducir el riesgo de impago. Ahora bien, conviene tener presente que dicha solvencia debe traducirse en la disponibilidad de liquidez para hacer frente a las deudas contraídas.
Con el fin de realizar con éxito este proceso de due diligence, te proponemos los siguientes pasos.
Recopilación de información básica en los primeros contactos
Antes de abordar un proceso de investigación más exhaustivo, te recomendamos aprovechar los primeros contactos con tu prospecto para recabar información acerca de:
- La naturaleza de su negocio y tipología de productos o servicios
- La estructura básica de su empresa y envergadura de la organización
- El estado de sus instalaciones
- Las certificaciones profesionales
- El medio de pago sugerido por el prospecto
- La reputación local e internacional, a partir de su relación con otros proveedores, clientes e instituciones financieras, que tengáis en común
Esta información preliminar te permitirá descartar rápidamente aquellos prospectos cuya solvencia esté manifiestamente en entredicho.
Análisis del historial financiero para verificar la solvencia
Pasada la primera criba, llega el momento de analizar el balance general, la contabilidad y los estados financieros para verificar la independencia financiera y la capacidad de pago del potencial cliente. Para ello, puedes acudir a los registros públicos.
Una vez dispongas de los datos identificativos básicos, como el CIF y la denominación de la empresa, puedes acceder a sendos registros de la propiedad y mercantil. Previo pago, dichos registros te proporcionarán información acerca de las cuentas y libros depositados, así como notas simples de notificación y certificación de propiedades.
Revisar la morosidad para verificar la solvencia
Además de la contabilidad básica, es imprescindible descartar la actual situación de impago por parte de tus potenciales clientes. Para ello, puedes acudir a los registros de morosos, como RAI, ASNEF Equifax o el perteneciente a Experian Credit Bureau.
Evaluación del nivel de riesgo crediticio
Todo este proceso de investigación debe realizarse de una forma sistemática. El objetivo es llegar a una conclusión específica acerca del riesgo de impago que el potencial cliente representa para tu empresa. Evidentemente, para ello se necesita analizar e interpretar correctamente la información recabada.
A menudo, las empresas carecen de los recursos y el conocimiento necesario para llevar a cabo este tipo de análisis. Para solventar este escollo, te recomendamos recurrir a informes profesionales especializados en la evaluación del perfil crediticio de tus prospectos.
En Solunion ponemos a tu disposición el servicio digital eGrade, para que puedas gestionar los riesgos de tu actividad comercial de forma más eficiente. Tras tu registro gratuito, podrás acceder a nuestra base de datos y localizar la empresa sobre la que tengas interés. Tan solo deberás abonar el importe del informe de aquella empresa que escojas, y dispondrás de nuestra clasificación de riesgo, elaborada por una red global de más de 1.500 analistas de riesgo de Allianz Trade.
Lectura recomendada:
Monitorización periódica de la situación financiera de tu cartera de clientes
Por último, debes recordar que la solvencia de un cliente puede variar con el paso del tiempo. El análisis financiero realizado con anterioridad al primer acuerdo comercial puede dejar de ser representativo de su perfil crediticio.
La solicitud de alteración de las condiciones de pago o cualquier otro aspecto de la relación comercial puede ser un indicador de que el nivel de solvencia se ha visto alterado.
En definitiva, para evitar futuros impagos, debes revisar el riesgo comercial de forma periódica y mantener el mayor nivel de transparencia posible con tus clientes.