La tesorería juega un papel crucial para el crecimiento sostenible y la estabilidad financiera de cualquier negocio. Un plan de tesorería eficaz, bien diseñado y ejecutado, te permite tener una visión clara de los flujos de efectivo, anticipándote a su evolución.
Se trata de una de las tablas provisionales más relevantes de la gestión financiera, junto a la cuenta de resultados provisionales y el balance de situación. Entre sus beneficios, destacan la mejora de la liquidez, la reducción de los costes financieros, la minimización de los riesgos y el mejor aprovechamiento de las oportunidades de crecimiento.
En este artículo, te proponemos unos sencillos pasos para elaborar un plan de tesorería exitoso y optimizar la gestión de tus recursos financieros.
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Análisis de la situación financiera actual
El análisis de la situación financiera implica examinar los cobros y pagos. Además, estos conceptos deben diferenciarse de los ingresos y gastos, ya que la mayoría de los cobros provienen de la venta de productos o servicios. No obstante, también existen otros conceptos como los ingresos por un préstamo, la devolución de impuestos o la recepción de una subvención.
En lo que se refiere a los pagos, estos implican tres grandes partidas:
- La adquisición de mercaderías y materiales de fabricación.
- Los pagos corrientes como alquileres, salarios, primas de seguro o publicidad.
- La partida de pagos financieros, por la amortización de préstamos, así como el pago de intereses y comisiones bancarias.
Finalmente, debes tener en cuenta la liquidación de impuestos. Especialmente, el impuesto sobre el valor añadido (IVA), que debe liquidarse de forma mensual o trimestral. Ni el IVA repercutido ni el soportado constituyen ingresos o gastos, pero sí afectan a los flujos de efectivo de la empresa. Esto lo podemos comprobar en la Agencia Tributaria, que cuenta con mecanismos para calcular el IVA repercutido a nuestros clientes.
Este análisis te permite comparar el saldo inicial de cada mes, con el saldo neto, que es la diferencia entre los cobros y pagos, efectuados o previstos para cada mes.
Esto te ayudará a entender la salud financiera de tu empresa, identificar las fortalezas y debilidades de tu gestión de tesorería actual, además de descubrir oportunidades para mejorar. Para ello, debes:
- Examinar detenidamente tus flujos de efectivo.
- Identificar las fuentes de ingresos y los gastos.
- Entender cómo estos elementos impactan en la liquidez de tu empresa.
Además, es importante que evalúes los riesgos financieros a los que tu empresa puede estar expuesta. Esto puede incluir la volatilidad del mercado, los riesgos de crédito y los riesgos en los tipos de cambio, entre otros.
El objetivo de este análisis no es juzgar el pasado, sino crear una base sólida sobre la cual construir un plan de tesorería más fuerte y efectivo.
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Fijación de los periodos de proyección en tu plan de tesorería
Una vez conozcas mejor la situación en la que se mueve tú empresa, has de establecer el plazo que debe abarcar tu plan de tesorería.
Dicho plan puede establecerse a corto plazo, en un plazo menor a un año, o a largo plazo, de manera multianual. Para ello, has de tener en cuenta los ciclos de negocio, así como las necesidades y objetivos de la empresa.
Proyección de las salidas y entradas de efectivo
Teniendo en cuenta el análisis financiero previo, junto a la evolución de los flujos de caja durante los meses y ejercicios anteriores, llega el momento de realizar la proyección futura. Es recomendable concebir diferentes escenarios, desde un punto de vista tanto pesimista como optimista.
En primer lugar, debes estimar y desglosar las fuentes de efectivo, cuya tipología ya hemos descrito anteriormente, teniendo presente los plazos y las condiciones de cobro de cada una de ellas.
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En segundo lugar, has de prever las salidas de efectivo, por descontado, el aspecto más complejo que afecta a los costes variables. Y, por último, debes realizar una previsión de los movimientos vinculados al pago de impuestos.
Evaluación de la liquidez prevista y toma de decisiones
La proyección de los flujos y disponibilidad de efectivo te permitirá identificar aquellos momentos en los que, probablemente, tu empresa vaya a tener mayor necesidad de efectivo. De esa forma, puedes tomar medidas favorables de manera anticipada, ya se trate de:
- Renegociar las condiciones de la deuda.
- Mejorar la gestión de las cuentas por cobrar.
- Modificar la política de crédito concedido a los clientes.
- Liquidar activos prescindibles.
Sobra decir, que si las proyecciones arrojan un escenario más favorable, se pueden adoptar medidas encaminadas a incrementar, diversificar y mejorar las inversiones realizadas por tu empresa.
Revisión del plan de tesorería
Por último, ten en cuenta que el plan de tesorería es un documento dinámico, que puede y debe ser modificado periódicamente. Es recomendable comparar las estimaciones con los resultados finalmente conseguidos. Una desviación significativa exigirá identificar las áreas específicas en las que se ha generado, además de señalar las causas de las mismas.
A su vez, este posterior análisis te permitirá mejorar la gestión de la tesorería y las proyecciones de tú empresa, posibilitando un futuro mejor crecimiento y una mayor estabilidad financiera.