Como consecuencia de la crisis del coronavirus (Covid-19), y de acuerdo con las cifras de la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo (Anesco), el movimiento de mercancías en los puertos españoles podría caer hasta un 30% a raíz de la paralización del comercio con China.
Principales puertos afectados
Según el ICEX, el 9,1% de las importaciones y el 2,3% de las exportaciones españolas tuvieron a China como origen o destino. En particular, los puertos de Barcelona y Algeciras son los que cuentan con una mayor actividad comercial con el gigante asiático.
- En el caso del puerto catalán, representa el 11% de sus exportaciones y el 41,9% de las importaciones.
- Por su lado, el 7,29% de las exportaciones y el 34,48% de las importaciones del puerto gaditano se realizan con China.
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Principales sectores españoles amenazados
Conviene tener presente que las medidas preventivas establecidas por el gobierno chino no solo han frenado los movimientos portuarios, sino que también suponen la restricción del movimiento de las personas. Esto limita la actividad de las plantas productoras y afecta a toda la cadena de suministro. Hay muchos otros sectores que tienen una importante actividad exportadora, como el de componentes de automóviles, el textil, la alimentación, el energético, el turístico o el de las aerolíneas.
Automovilismo
Entre los sectores más afectados destaca el de fabricantes de componentes de automóviles, el cual tiene una notable presencia en la provincia de Hubei, principal epicentro de la epidemia. La concurrencia de la crisis con las festividades del Año Nuevo chino a partir del pasado 25 de enero, y hasta el 10 de febrero, contribuyó a paliar el impacto de las restricciones comerciales en los sectores industriales durante las pasadas semanas. Al fin y al cabo, durante estas fechas, la actividad de las fábricas se detiene de forma generalizada. Sin embargo, la continuidad de las medidas preventivas a partir de ahora podría afectar, con bastante seguridad, a la cuenta de resultados de muchas de las empresas que operan o tienen relaciones comerciales con el país asiático.
Textil
En particular, el sector textil tiene frente a sí un desafío logístico, que podría convertirse en un problema comercial, en caso de que los pedidos comenzasen a cancelarse. Por el momento, las grandes firmas que operan en China -como Inditex y Mango- han tenido que cerrar sus establecimientos, por orden de las autoridades de Wuhan. No obstante, el abastecimiento en su red internacional de tiendas aún no se ha visto afectado debido a que los pedidos se realizan con una gran antelación.
Alimentación
Según datos de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), España exporta a China alimentos por valor de más de 1.000 millones de euros al año. Esto la convierte al país asiático en el segundo mayor destino después de los Estados Unidos. La paralización de la actividad comercial y logística en China hace casi imposible la entrada de productos, por lo que es previsible una caída de las ventas en el sector. Si el parón chino se prolonga durante más tiempo, los último pedidos realizados comenzarán a verse retenidos en las aduanas a su llegada al país asiático, dentro de algunas semanas.
Turismo y aerolíneas
Por último, en lo que concierne a la exportación de servicios, tanto las cadenas hoteleras como las aerolíneas están teniendo que hacer frente a una caída en la demanda. Este fenómeno afecta tanto a los turistas españoles que dejan de viajar a China, como los turistas chinos, que suponen una importante aportación a la cuenta de resultados de otros sectores nacionales, como los restaurantes, el transporte, etc.
Aún es temprano para hacer estimaciones acerca del impacto real que esta crisis sanitaria va a tener en las exportaciones españolas y la actividad comercial en general. Debido a los habituales plazos operativos de la cadena de suministro, la mayor parte de las empresas tienen cubiertas sus necesidades para la primera parte del año. Sin embargo, si la situación se prolonga tras la llegada de la primavera, es probable que las empresas tengan que poner en marcha sus planes de contingencia.
