El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, elaborado por el Gobierno de España, tiene como objetivo la gestión y reparto de los Fondos Europeos Next Generation.
La partida destinada a España alcanza los 140.000 millones de euros, equivalentes al 11% del PIB nacional.
Como veremos a continuación, la transformación digital es la gran protagonista de los fondos europeos.
Sin embargo, la disponibilidad de estos no es una garantía de su aplicación exitosa. Existen desafíos que deben ser superados.
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La transformación digital como eje transversal
La Unión Europea recomendó que, como mínimo, un 20% de estos fondos se destinase a la digitalización.
No obstante, la realidad es que la transformación digital está presente de forma transversal en todas las líneas de actuación de los Fondos Next Generation.
En el caso de España, el plan diseñado por la Administración se articula en torno a cuatro grandes ámbitos:
- Transición ecológica.
- Transformación digital.
- Igualdad de género.
- Cohesión social y territorial.
Todos ellos tienen una clara huella digital.
Por poner algunos ejemplos, la igualdad de género se vincula con el empoderamiento digital de la mujer y su acceso a las carreras STEM. Por su parte, la cohesión territorial se articula en la conectividad.
Además, la Unión Europea formuló sugerencias específicas a España, que se han traducido en el impulso de la formación en habilidades digitales de los estudiantes y trabajadores; así como la reforma de la formación profesional.
Distintas velocidades en la digitalización española
A pesar de la evidente disponibilidad de fondos, existe un desafío crónico que superar.
A lo largo de los últimos años, se han logrado importantes avances en aspectos infraestructurales, así como en la digitalización de las grandes empresas y organizaciones.
Sin embargo, hay otros ámbitos en los que se progresa de forma mucho más lenta.
Prejuicio y resistencia por parte de los empleados
Para empezar, los efectos de la transformación digital no terminan de alcanzar a los empleados y clientes.
Aún persiste la idea de que la digitalización resulta perjudicial para el empleado, lo cual dificulta la adopción de nuevas tecnologías en el entorno laboral.
Es cierto que determinados puestos de trabajo están afrontando un horizonte de obsolescencia, que va a requerir un proceso de reciclaje profesional.
Sin embargo, también estamos asistiendo a la aparición de nuevas profesiones digitales, así como casos de uso en los que la tecnología contribuye a multiplicar la productividad del empleado.
Digitalización asimétrica de las pymes
Por otro lado, la transformación digital de las pequeñas y medianas empresas se ha centrado en su relación con socios y clientes.
El despliegue del comercio electrónico, por ejemplo, se ha acelerado durante el último ejercicio.
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Sin embargo, la gestión de los procesos internos aún sigue anclada en el pasado Tan solo las empresas de nueva creación, y con clara vocación hacia modelos de negocio basados en Internet, se caracterizan por incorporar rápidamente soluciones digitales en su gestión interna.
Desigualdad entre los sectores
Finalmente, también se puede apreciar una notable diferencia entre el nivel de digitalización en función del sector analizado.
Para empezar, el sector del consumo es mucho más reactivo frente a las necesidades de los clientes. La utilización de los canales digitales por parte de estos es la que mueve a las empresas a adoptar la multicanalidad, así como ofrecer productos digitales.
Por el contrario, el sector de los servicios se caracteriza por evangelizar a sus clientes, mediante la propuesta de nuevos modelos de relación a través del canal digital. Además, también es mucho más intensivo en el uso de soluciones digitales, que le permitan optimizar sus procesos.
Desconocimiento del alcance y practicidad de los fondos
Por último, cabe destacar que el éxito de los Fondos Europeos Next Generation se enfrenta a una reducida voluntad de asimilación por parte de las empresas.
De acuerdo con la Encuesta de clima empresarial de la Cámara de Comercio de España y Sigma Dos, solo el 40,6% de las empresas encuestadas conocen la existencia de estos fondos. Además, únicamente el 29,9% tiene intención de solicitarlos.
Las causas detrás de estas bajas cifras son variadas y complejas.
No obstante, la carencia de talento digital disponible es uno de los mayores obstáculos para el aprovechamiento de fondos en esta área.
En este sentido, la consultoría estratégica para la transformación digital y la inversión en capacitación deberían ser dos de los grandes ámbitos de actuación, si el tejido empresarial español quiere aprovechar esta oportunidad histórica.