De acuerdo con el “XIV Informe Panorama Inversión Española”, elaborado por IE University, Llorente y Cuenca e Iberia, el 77% de las empresas españolas con presencia en América Latina aumentará sus inversiones en la región. Por otra parte, el 20% mantendrá su inversión y tan solo el 3% tiene previsto disminuir su presencia.
El modelo de crecimiento está repartido entre el 48% que optará por el crecimiento orgánico y el 52% que también se valdrá de adquisiciones para acelerar su presencia en estos mercados.
Contexto de la inversión en América Latina
A pesar del notable repunte de la inversión, este movimiento podría deberse a la paralización que tuvo lugar durante el año 2020 como consecuencia de la pandemia. De hecho, el actual escenario económico presenta signos de ralentización y falta de tracción inversora.
La inflación también podría jugar una influencia adversa, tal y como reveló el informe “Frying pan to fire: Will inflation spark a wage-price spiral in 2022?”, publicado por Euler Hermes.
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Por otro lado, cabe preguntarse si el reciente conflicto bélico entre Ucrania y Rusia podría alterar los planes de las empresas y favorecer la inversión en América Latina.
La escasez de determinadas materias primas ha comenzado a ponerse de manifiesto en algunos sectores, lo cual podría propiciar movimientos inesperados. Los problemas de suministro de aceite de girasol han sido uno de los motivos de debate dentro de la industria alimentaria.
Recientemente, la Asociación Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) se ha mostrado a favor de importar aceite de girasol argentino, en caso de que la guerra en Ucrania impida un correcto abastecimiento.
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Expectativas de evolución económica
Según el citado informe de IE University, las empresas españolas sitúan a Panamá como el mercado con mejores perspectivas de crecimiento. Le siguen Costa Rica, República Dominicana y Uruguay.
Por su parte, Colombia -que lideró las expectativas en 2020- cae a la quinta posición, seguida de Chile, México y Perú. De igual modo, las elecciones en Colombia suponen un factor de incertidumbre, que hace que los empresarios españoles se muestren más cautelosos.
México también se encuentra en un escenario incierto. La política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos podría pasarle factura. Sin embargo, el crecimiento económico del gigante norteamericano también podría beneficiarle. Paralelamente, no hay que olvidar que la actual Administración mexicana ha manifestado una actitud beligerante en el pasado reciente respecto a la presencia de empresas españolas en el país.
Finalmente, Brasil -principal economía de la región- también afronta un escenario en el que tendrá que hacer frente a un notable crecimiento de su deuda y la subida de tipos de interés.
Principales países destinatarios de la inversión en América Latina
Las mayores perspectivas de crecimiento de la inversión son las referidas a Panamá, Costa Rica y República Dominicana.
No obstante, los tradicionales destinatarios de la inversión siguen bien posicionados, pese a una ligera caída en las estimaciones. Se trata de México, Brasil, Perú, Chile y Colombia. De hecho, México se posiciona como el país en el que más empresas van a volcar sus esfuerzos de inversión, a pesar de los mencionados factores adversos.
Expectativa de crecimiento de la facturación
El mercado iberoamericano tiene una importancia estratégica para los intereses de las empresas españolas. No en vano, el 43% de las mismas espera que su facturación en la región supere a la obtenida en España en un plazo de tres años. Además, el 86% de estas empresas augura que su facturación en estos países aumente durante el presente ejercicio.
Esta circunstancia supondrá que el crecimiento de las empresas españolas en el mercado de América Latina supere al de otras regiones estratégicas. Concretamente, el 77% las empresas esperan crecer en Estados Unidos y Canadá; y el 67% augura un crecimiento en la Unión Europea.
Liderazgo de las pymes en América Latina
Finalmente, cabe destacar que las pymes van a tener un especial protagonismo durante este ejercicio. Esto se debe a que su expectativa de crecimiento es superior al de las grandes empresas.
Así, el 43% de las pequeñas y medianas empresas augura un aumento de su facturación en la región, frente al 35% de las grandes empresas que también esperan crecer. Además, el 79% de las pymes también prevé aumentar su inversión, con un 18% que espera mantener el mismo nivel.
