De acuerdo con el “Informe Mobile World Capital Barcelona 2018” la evolución del ecosistema emprendedor en España goza de buena salud. Concretamente, a comienzos del año 2018, España contaba con 1.400 startups, un 20% más que el año anterior.
Distribución geográfica del ecosistema de startups
Las startups españolas están fuertemente concentradas en un puñado de regiones.
El 65% se localiza en los ejes de Barcelona y Madrid, que aglutinan el 34% y el 31,5% de las empresas, respectivamente. De hecho, España es el único país europeo con 2 ejes de carácter tecnológico. Ambas ciudades ostentan el quinto y sexto puesto del ranking del Viejo Continente, tan solo superadas por Londres, París, Berlín y Dublín.
No obstante, nuestro país cuenta con otras dos regiones emergentes: Valencia y Bilbao, que ya cuentan con el 5,5% y el 3% de las startups nacionales.
Principales sectores de actividad emprendedora
Según las estadísticas de Startupxplore, el 57% de las startups españolas concentra su actividad en cinco sectores:
- eCommerce (17,8%)
- Móvil (15,5%)
- Empresa/B2B (11,7%)
- Consumer web (11,5%)
- Comunicaciones (10,7%)
Sin embargo, hay otros dos sectores que han ganado una importante tracción durante los últimos años, como son el turismo y el fintech. Actualmente, representan el 8,7% y el 6,6% del ecosistema emprendedor del país.
Por norma general, la mayor parte de las startups se basan en la transformación digital del negocio tradicional. De hecho, el ecommerce es el sector por excelencia que más crece en España.
Apoyo al emprendimiento e inversión
España es el segundo país de Europa con mayor presencia de aceleradoras e incubadoras de empresas, que ya superan las doscientas, y entre las que destacan Plug & Play, Demium, Connector o Lanzadera.
Por si esto fuera poco, a estas aceleradoras se añaden otros 129 espacios de coworking, distribuidos por la geografía española.
Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar el nivel de inversión en startups sea incluso más significativo.
A la espera de contar con cifras de cierre de 2018, y de acuerdo con los datos de Dealroom, las empresas emergentes españolas lograron atraer €779,3 MM en 2017, lo que supuso un incremento del 45% respecto al ejercicio anterior.
Se trata de una de las mayores cifras de inversión en cualquier ecosistema emprendedor a nivel mundial, lo que permite hacerse una idea de su importancia.
Quizá uno de los rasgos más significativos ha sido el hecho de que el número de operaciones de inversión se ha reducido a lo largo de los últimos años, para concentrar la financiación en proyectos más específicos. Algunos ejemplos destacados pueden ser los casos de Cabify, Glovo, Fintonic, Typeform o Verse, cuyas rondas de financiación en 2017 superaron los €10 MM.
2018, y siguiendo las cifras de Startupxplore, ha sido igual de provechoso, con casos destacados como, por ejemplo, Travelperk –que captó €38 MM-, Badi – que cerró una ronda de $30 MM-, Minoryx Therapeutics -€21 MM-, o Mr Jeff -$12 MM-.
Estas startups son solo la punta del iceberg de un ecosistema que evidencia un proceso de maduración. Buena parte de las startups ya han superado la primera fase de financiación y están beneficiándose de nuevas rondas, lo cual permite albergar esperanzas en torno a su futuro y rentabilidad.
Asignaturas pendientes en el ecosistema de emprendimiento español
Pese a las buenas cifras mencionadas en los anteriores apartados, aún existen importantes obstáculos y factores que necesitan un cambio de rumbo.
Necesidad de inversión extranjera
La inversión extranjera se ha incrementado en los últimos años pero aún está lejos de la que se disfruta en países como Estados Unidos, Alemania, Israel o Reino Unido.
Salarios de profesionales TIC poco competitivos
España reúne al 6,7% de los mejores desarrolladores de Europa, atraídos por la conectividad del ecosistema emprendedor nacional y europeo, así como por el hecho de ser un mercado de habla hispana, con el alcance internacional que esto puede suponer.
Sin embargo, países como Alemania o Reino Unido aglutinan el 21,5% y el 20,5% de estos profesionales. Los salarios en ciudades como Berlín, Londres, San Francisco o Nueva York son muy superiores a los de España, por lo que tienden a atraer el talento TIC.
Fiscalidad poco atractiva
Finalmente, la fiscalidad nacional no favorece en absoluto a autónomos ni nuevas empresas. Los trámites burocráticos y, especialmente, la carga fiscal, pueden llegar a ahogar a los emprendedores, impidiéndoles desarrollar su proyecto.
Próxima “ley de startups”
El pasado mes de diciembre, el Ministerio de Economía y Empresa, a través de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, impulsó un proceso de consulta pública hasta el 25 de enero, con el fin de preguntar a la ciudadanía por sus necesidades en el ecosistema startup.
El objetivo era recabar información para la elaboración de la ley para el “Fomento del Ecosistema de Startups”. De hecho, el secretario de Estado de Agenda Digital mantuvo contactos con los principales agentes del sector.
Entre las medidas a adoptar que se barajan, cabe destacar las siguientes:
- Incentivos fiscales a actividades de investigación, y desarrollo e innovación tecnológica.
- Incentivos laborales en Seguridad Social y captación de talento.
- Medidas de discriminación positiva.
- Incentivos a grandes empresas para integrar la actividad de las startups.
- Reducción burocrática.
- Mejora del sistema de segunda oportunidad.
- Impulso de instrumentos de compra pública para favorecer la participación de startups en proyectos de la Administración.
Esta iniciativa legislativa podría ser el espaldarazo que el ecosistema emprendedor nacional necesita para auparse a los primeros puestos del ranking mundial, y convertirse en un motor de crecimiento económico y generación de riqueza. Solo el tiempo dirá.