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El futuro del almacenamiento energético: centrales de bombeo en España

Centrales de bombeo. Solunion

Las centrales de bombeo se están erigiendo como una solución estratégica para garantizar la estabilidad y sostenibilidad del sistema energético español.

Uno de los grandes desafíos de la transición energética es que la disponibilidad de energías renovables, como la eólica y la solar, no siempre coincide con los momentos de mayor demanda. El almacenamiento energético es esencial para equilibrar la producción y el consumo en la red eléctrica, ante la variabilidad inherente de las fuentes renovables.

Funcionamiento de las centrales hidroeléctricas de bombeo

Estas centrales son instalaciones que actúan como gigantescas baterías. Cuentan con dos embalses situados a diferentes alturas, conectados por tuberías y galerías de conducción.

Una bomba hidráulica mueve el agua durante el almacenamiento, mientras que una turbina convierte la energía cinética del agua en electricidad cuando es liberada. Durante las horas de menor demanda energética, la central bombea agua desde el embalse inferior al superior. En los momentos de mayor consumo, el agua almacenada en el embalse superior se libera, para generar electricidad mediante las turbinas hidráulicas.

Estado actual de las centrales de bombeo en España

Actualmente, España cuenta con una capacidad instalada de 6 GW en centrales de bombeo, distribuidas en 18 instalaciones. Destacan La Muela, la mayor central de bombeo de Europa, con 1.482 MW, y Villarino, que aporta 810 MW, ambas esenciales para garantizar el suministro energético en momentos de alta demanda.

Además, las principales empresas energéticas del país tienen previsto el despliegue de 40 nuevas centrales, con una capacidad adicional de 15.000 MW. Estos proyectos están en distintas etapas, desde la planificación ambiental hasta la obtención de permisos de conexión a la red. Su puesta en marcha posicionará a España como líder europeo en almacenamiento hidroeléctrico.

Impacto del marco regulatorio en el desarrollo del sector

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima ha allanado el camino para la expansión de las centrales hidroeléctricas de bombeo. Una de las medidas más destacadas es la simplificación de los procesos administrativos, lo que permite acelerar la aprobación de proyectos y reduce las barreras burocráticas.

Además, la reforma de la Ley de Aguas sitúa al almacenamiento hidráulico como una prioridad nacional, detrás del consumo humano y el riego agrícola. Este cambio garantiza un marco favorable para el desarrollo de proyectos de bombeo, aporta la seguridad jurídica necesaria y facilita su integración en el sistema energético español.

Beneficios de las centrales de bombeo

Las centrales de bombeo permiten almacenar excedentes de energía renovable producidos en momentos de baja demanda, como la solar durante el día y la eólica en noches ventosas. De este modo, garantizan que esta energía no se pierda.

Esto aporta estabilidad al sistema eléctrico al poder responder rápidamente a picos de demanda, y contribuye a una red más eficiente y sostenible. Adicionalmente, la construcción y operación de centrales de bombeo impulsan la economía local, al generar empleo directo e indirecto.

Estas instalaciones contribuyen a fijar población en áreas rurales, mejorar las infraestructuras y fomentar el desarrollo sostenible en zonas con un declive demográfico.

Retos para el despliegue masivo de centrales de bombeo

A pesar del enorme potencial de las centrales de bombeo, también existen desafíos para un despliegue generalizado.

Gestión del agua en un contexto de cambio climático

Las sequías prolongadas y la irregularidad de las precipitaciones pueden limitar la disponibilidad de agua en los embalses. Esto compromete la capacidad de las centrales de bombeo para operar de manera eficiente.

Costes de inversión y plazos de ejecución

La construcción de una central de bombeo requiere una inversión inicial significativa, y puede tardar años en completarse. Este factor, combinado con la necesidad de infraestructuras específicas, exige estrategias de financiación sólidas y planificación a largo plazo, para garantizar la viabilidad de los proyectos.

Compatibilidad con infraestructuras existentes y mitigación del impacto ambiental

Integrar nuevas centrales de bombeo en embalses ya existentes requiere ajustes técnicos complejos para minimizar el impacto ambiental. Junto a ello, es necesario garantizar que estas instalaciones no alteren los ecosistemas locales, especialmente en áreas protegidas o de alta biodiversidad.

España como líder en almacenamiento energético en Europa

Por último, vale la pena destacar que la proyección de alcanzar más de 20 GW de capacidad de almacenamiento no solo representa una solución al excedente renovable, sino también una oportunidad estratégica para España.

Con 6 GW de capacidad instalada, el país ya se encuentra entre los principales actores del continente. La nueva capacidad proyectada permitirá:

  • Reducir su dependencia de fuentes no renovables.
  • Exportar tecnología y experiencia en almacenamiento hidroeléctrico.
  • Aumentar su competitividad en el contexto de la transición energética global.

Actualidad Solunion

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