De acuerdo con el informe “IA como palanca de generación de valor. Madurez del mercado en España”, publicado por IDC, el mercado español de la inteligencia artificial (IA) va a experimentar un crecimiento anual del 27% hasta el año 2025. Esto se traducirá en una inversión total de 1.400 millones de euros en dicho ejercicio.
Además, la “Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial” (ENIA), publicada en 2020 y dotada con 600 millones de euros de los fondos Next Generation, supone un apoyo financiero importante al tejido empresarial español.
Lectura recomendada:
Optimismo español respecto a la adopción de la IA
Según el estudio “AI at Work: What People Are Saying”, elaborado por la consultora Boston Consulting Group (BCG), España es uno de los países más optimistas en términos de adopción de herramientas de IA. Esto se debe a que el 59% de los encuestados en España, augura que el proceso de desarrollo de la IA será positivo en el futuro.
No obstante, cabe señalar que, a escala global, los directivos senior tienen un mayor nivel de confianza (62%) que los empleados de las compañías (42%). A esta diferencia se suma el hecho de que el 80% de los directivos ya utiliza herramientas con IA frente al 20% de los empleados.
En lo que se refiere a la adopción real, el mencionado informe de IDC muestra que el 50% de los encuestados se encuentra actualmente considerando o evaluando el potencial de la IA para uso futuro. Por otro lado, el 41% de los encuestados ya está probando o utilizando este tipo de tecnologías.
Áreas de despliegue en el mercado español de IA
En lo que se refiere al motivo de negocio y área específica en el que la IA está siendo desplegada dentro del mercado español, el IDC ha identificado que:
- El 71% despliega la IA para automatizar tareas repetitivas, especialmente en las organizaciones de mayor tamaño, es decir, las que cuentan con más de 1.000 empleados. En estas últimas, la motivación para la automatización alcanza el 84%.
- El 48% espera conseguir una mejora de la calidad, gracias a la optimización de sus procesos.
- El 44% destina esta tecnología a la innovación en nuevos modelos de negocio.
- El 41% la utiliza para mejorar la gestión comercial o de ventas.
- El 38% espera optimizar el Time-to-Market y las relaciones con los clientes.
- El 26% la destina a aspectos legales, como la digitalización de documentos, cumplimiento normativo, etc.
- El 16% la aplica a procesos financieros como compras, pagos, etc.
Preocupación por la continuidad del puesto de trabajo
De acuerdo con el citado estudio del BCG, el 44% de los encuestados españoles está preocupado por el hecho de que la IA pueda sustituirle en su puesto de trabajo. Además, el 80% estima que sus labores y día a día se verán modificados.
Como veremos a continuación, la resistencia de los empleados a la implantación de la IA es una de las principales barreras que están frenando el despliegue de esta tecnología en el mercado español.
Lectura recomendada:
Mayores desafíos para la implantación en el mercado español de IA
Según el informe de IDC, hay un total de seis factores que están dificultando la divulgación de la IA dentro de las empresas.
- El 58% de los encuestados tiene dificultades para estimar el retorno de la inversión, lo que dificulta justificar la elevada inversión requerida.
- El 47% carece de las habilidades y talento para desplegar y administrar las herramientas.
- El 38% no dispone de una muestra representativa de datos, lo que permite crear un modelo de datos eficaz.
- El 30% tiene que hacer frente a la desconfianza y resistencia de los empleados.
- El 22% se muestra preocupado por el cumplimiento normativo.
- El 18% aún no se fía respecto de la transparencia de los software disponibles.
Lectura recomendada:
Beneficios identificados por las empresas
Finalmente, a pesar de los evidentes escollos, las empresas y organizaciones han comenzado a detectar beneficios cuantificables y no cuantificables como resultado de la implantación de la IA.
En lo que se refiere al retorno medible de la inversión, el 23% de las empresas asegura haber mejorado en aspectos como las ventas, las métricas de sus campañas de marketing, la productividad o la reducción del fraude.
Sin embargo, un 38% asegura que aún es demasiado pronto para extraer conclusiones. En lo que concierne a los beneficios no cuantificables, el 29% estima que han logrado mejorar la percepción de marca por parte del cliente.
