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El oro, un valor al alza

revalorización del oro

El pasado mes de agosto, la cotización de la onza de oro logró superar la barrera histórica de los 2.000 dólares.
En tiempos de incertidumbre, este metal precioso siempre ha funcionado como un valor refugio para los inversores. Es decir, opera más como un mecanismo de cobertura que como un medio de generación de riqueza, salvo en contextos puramente especulativos.

La revalorización del oro en cifras

Durante los primeros siete meses del año, el oro se ha revalorizado un 35%. En enero, cotizaba en 1.500 dólares y, apenas a mediados de febrero, ya había alcanzado los 1.600 dólares, empujado por las noticias que llegaban de la ciudad china de Wuhan. Una vez la gravedad de las circunstancias se hizo patente tras el confinamiento decretado en marzo, la cotización volvió a subir hasta los 1.700 dólares.

Ya en agosto, y por primera vez en su historia, este metal superó la barrera de los 2.000 dólares la onza, y dejó atrás la cota de los 1.900 dólares, que estuvo rozando en el año 2011, poco antes de comenzar a caer hasta los 1.000 dólares durante los siguientes ejercicios.

Además, firmas como Goldman Sachs auguran una escalada hasta los 2.300 dólares en el corto plazo.


Dicho esto, conviene tener presente que la cotización del oro ha pasado de los 1.100 dólares la onza, a finales de 2017, hasta alcanzar las cifras récord actuales.
Es decir, en menos de tres ejercicios, este metal precioso se ha revalorizado un 70%.
Por lo tanto, a la hora de comprender la importancia y evolución de este activo debemos adoptar una perspectiva global y retroceder en el tiempo.

Causas de la revalorización del oro

Entre los principales factores que han impulsado al oro hasta cotas históricas, cabe destacar la tensión comercial entre Estados Unidos y China, así como las medidas de estímulo financiero aprobadas por los bancos centrales de las principales potencias del mundo, como la Reserva Federal, el Banco Central Europeo o el Banco de Japón.
Estas últimas han implicado, entre otras consecuencias, la caída de los tipos de interés a niveles negativos, por lo que los bonos de deuda pública y la renta fija, en general, han perdido gran parte de su atractivo.
Igualmente, el peligro de una elevada inflación, provocada por las medidas expansivas de emisión de deuda pública, podría devaluar el valor de las carteras de inversión. En consecuencia, los inversores desean protegerse comprando el metal precioso.

Por otro lado, el precio del petróleo también ha experimentado una fuerte caída a lo largo del último año, debido a un exceso de oferta, combinado con una reducción en la demanda mundial. Así, esta materia prima también ha visto mermado gran parte de su atractivo.
Además, la pandemia del coronavirus y las consiguientes medidas de restricción en el comercio internacional y la actividad económica han provocado dos efectos evidentes.

  • En primer lugar, han generado una limitación de los suministros de metales, lo cual ha empujado el oro al alza.
  • Y, en segundo lugar, han ralentizado la economía. Esto ha privado a los inversores de mejores alternativas a las que destinar su liquidez.

Sin embargo, uno de los principales factores detonantes ha sido la compra de oro llevada a cabo por parte de los bancos centrales e inversores institucionales, a lo largo de los últimos años.

Compra institucional de oro

Durante la última década, los mayores bancos centrales del mundo, así como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han adquirido 4.158 toneladas de oro. Actualmente, las reservas de los Estados Unidos, el FMI y Alemania suman un total de 35.000 toneladas. No obstante, el primer semestre del año fue testigo de una contracción de la demanda, en comparación con la media de los pasados diez años.


En conclusión, la incertidumbre actual ha funcionado como catalizador de un repunte histórico en la cotización del oro. Sin embargo, su evolución durante los últimos años pone de manifiesto que la superación de la pandemia no es el único requisito para que los inversores vuelvan a depositar su confianza en los mercados.

Actualidad Solunion

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