De acuerdo con las estadísticas del Ministerio para la Transición Ecológica, las reservas de los embalses españoles han caído un 52% respecto al año pasado. Actualmente, los pantanos se encuentran en un 44% de su capacidad.
La escasez de agua pone en riesgo al sector agrícola español, que afronta importantes pérdidas, cuyo alcance y causas procedemos a analizar.
La cosecha podría peligrar con la escasez de agua
La coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha advertido que los cultivos ya se han visto afectados por la escasez de agua, especialmente el secano. Buena parte de los cereales sembrados durante el otoño aún no han brotado o han comenzado a secarse.
El pronóstico es que el 30% de la cosecha podría perderse debido a la falta de lluvias.
La cuenca del Mediterráneo es la más amenazada
Parte de los cultivos han logrado salir adelante, debido a que el consumo de agua durante la primera parte de la temporada es relativamente reducido.
Sin embargo, a partir de abril, las necesidades de riego se incrementarán notablemente. Es entonces cuando las pérdidas podrían hacerse más evidentes si las lluvias no regresan a sus niveles habituales.
El agua desalada se ha encarecido
Una de las soluciones a la que los agricultores recurren en época de sequía es el riego procedente de plantas desalinizadoras. Sin embargo, el encarecimiento de la energía, a lo largo del último año, ha lastrado notablemente la utilidad de esta opción.
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Prolongada sequía y pronóstico para la primavera
Los últimos cuatro meses se han caracterizado por la escasez generalizada de precipitaciones. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el pasado mes de enero se ha situado como uno de los más secos del siglo.
No obstante, se trata de una tendencia que se ha manifestado desde el comienzo del año hidrológico el pasado 1 de octubre. Aquel mes registró un 25% menos de lluvia a nivel peninsular. Le siguieron los meses de noviembre y diciembre con un 29% y 25% menos de precipitaciones.
Las únicas regiones que han mantenido los niveles por encima de la media han sido la cornisa cantábrica y las Islas Canarias.
A la escasez de agua hay que añadir unas temperaturas por encima de los registros históricos. No en vano, el pasado mes de enero registró las temperaturas máximas más altas desde el año 1961.
Además, AEMET señala que hay un 50% de probabilidades de que la climatología adversa se prolongue durante la primavera, con registros de lluvia por debajo de la media.
Deficiente gestión hidrológica frente a la escasez de agua
La adversidad climatológica no es el único factor a tener en cuenta. La gestión del consumo del agua también juega un papel fundamental. Para comprender su importancia, basta señalar que el 80% del consumo en España se destina al regadío, según los últimos planes hidrográficos.
El modelo de gestión actual presenta deficiencias de planificación. Muestra de ello es que, durante el pasado otoño, no se tomaron medidas restrictivas, a pesar de la escasez de lluvias.
Ya durante el mes de febrero, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) estableció límites al regadío en Castilla-La Mancha y Extremadura, debido a que los embalses se encontraban al 30% de su capacidad. El peligro de desabastecimiento para el consumo de la población puso en alerta a la Administración Pública.
Sin embargo, aún queda trabajo por hacer en torno a la previsión de las cuencas hidrográficas, así como la adaptación de la agricultura al cambio climático.
La explotación de las masas de agua, tanto superficiales, como subterráneas, tiene como destino la expansión agraria y el desarrollo urbano. La cuestión es que esta actividad está contribuyendo significativamente a la reducción del caudal de los acuíferos y ríos.
A esto hay que añadir la contaminación generada por los vertidos agrarios.
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España denunciada frente al TJUE
La información anteriormente señalada refleja una situación grave. El pasado mes de diciembre, la Comisión Europea denunció a España frente al Tribunal Europeo de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Entre otros aspectos, se ha señalado que las medidas adoptadas no han sido suficientes para revertir el mal estado de conservación de las aguas.
Así mismo, se ha denunciado el incumplimiento de la Directiva sobre nitratos, de acuerdo con la cual los Estados deben controlar y reducir la contaminación agrícola de sus aguas.
Cultivos de regadío ilegal
Por otro lado, no hay que olvidar que, en España, existe un gran número de cultivos de regadío ilegal, especialmente, en Doñana, el Mar Menor y las Tablas de Daimiel.
Recientemente, la Junta de Andalucía aprobó la amnistía de 1.500 hectáreas de regadío ilegal, en contra de las recomendaciones del Ministerio de Transición Ecológica y la Comisión Europea.
Planes Hidrológicos del tercer ciclo de planificación
Los nuevos Planes Hidrológicos, que cubren el periodo 2022-2027, se perfilan como un instrumento clave para la resolución de esta situación. Ahora bien, estos planes no descartan la expansión agraria y abren la puerta al recrecimiento de embalses y represas.
La solución no es sencilla, pues encontrar el equilibrio entre el crecimiento económico e industrial y la conservación medioambiental siempre ha sido un desafío.