El empleo tecnológico ha experimentado un crecimiento sin precedentes en la última década, impulsado por la digitalización y el auge de la inversión en startups y empresas tecnológicas. Este dinamismo ha posicionado al país como un referente en Europa en términos de empleo y atracción de talento.
Incremento del 48% en el empleo tecnológico
Según el informe “State of European Tech 24”, elaborado por Atómico, entre 2015 y 2024, el número de trabajadores en este ámbito se ha multiplicado por trece en España hasta alcanzar los 175.000 empleados. Esta cifra sitúa a España como el quinto país europeo en términos de empleo tecnológico por delante de economías como Italia, Finlandia y Suecia.
Por su parte, un reciente informe de la Fundación Cotec, con cifras de la Seguridad Social, estima que en el periodo 2013-2023 se crearon en España hasta 445.000 puestos de trabajo en las ramas tecnológicas. El 45% de estos nuevos puestos de trabajo han sido creados tras la pandemia.
Se trata de una cifra notablemente superior a la señalada por la firma británica Atómico, probablemente debido a un enfoque sectorial más amplio en la metodología de medición. Sea como fuere, ambos informes revelan un crecimiento notable.
Sectores clave: informática y perfiles en inteligencia artificial
La informática es el sector con mayor volumen de profesionales, con una fuerte presencia de perfiles especializados en desarrollo de software, ciberseguridad y análisis de datos. Además, España se sitúa en la quinta posición en Europa por el porcentaje de trabajadores especializados en inteligencia artificial (IA), una disciplina clave para la innovación en múltiples industrias.
La creciente demanda de perfiles en IA, aprendizaje automático y análisis de datos refleja la transformación digital en curso y el interés de las empresas por integrar estas tecnologías en sus modelos de negocio.
Factores que han impulsado el crecimiento en el empleo tecnológico
El crecimiento del empleo tecnológico en España no es un fenómeno aislado, sino el resultado de varios factores clave que han impulsado la expansión del sector.
Inversión récord: 14.100 millones de euros en la última década
La inversión en empresas tecnológicas en España ha alcanzado los 14.100 millones de euros en los últimos diez años, lo que ha supuesto multiplicar por ocho las cifras de la década anterior. Este crecimiento sitúa a España en la séptima posición en Europa por volumen de inversión en tecnología. Además, representa un crecimiento de más del 800% respecto al período anterior y se acerca a países como Países Bajos y Suiza.
Expansión del ecosistema emprendedor: aumento del número de unicornios y startups tecnológicas
El ecosistema de startups en España ha experimentado un incremento significativo en el número de empresas emergentes y en su capacidad de escalabilidad. En 2015, solo tres empresas en España habían alcanzado el estatus de unicornio (valoración superior a 1.000 millones de dólares). En 2024, la cifra ha aumentado a catorce unicornios. Es decir, se ha multiplicado por cinco en menos de una década.
Previsión de generación de empleo tecnológico del 27% en 2025
Según el “Estudio de Proyección de Empleo” de ManpowerGroup, las empresas tecnológicas tienen una previsión neta de generación de empleo del 27% en el primer trimestre de 2025. Esto supone que el sector tecnológico podría liderar las contrataciones de trabajadores en España.
- 45 % de las empresas del sector prevé aumentar sus plantillas.
- 37 % mantendrá sus equipos sin cambios.
- Solo 18 % espera reducciones.
Esta tendencia sitúa a la tecnología 10 puntos por encima de la media nacional (17%) y refuerza su papel como motor de empleo y competitividad en la economía española.
Desafíos del sector tecnológico en España
A pesar del crecimiento del empleo y la inversión en tecnología, el sector tiene ante sí varios obstáculos que podrían ralentizar su expansión en los próximos años.
Frenazo en la creación de unicornios
En el periodo 2023-2024 no se registraron nuevos unicornios en España. Esto es un reflejo de la desaceleración que está teniendo lugar a nivel global.
En 2021 y 2022, el acceso al capital fue más flexible debido a los bajos tipos de interés y a un entorno favorable para el capital de riesgo. Sin embargo, durante el último ejercicio, la subida de tipos de interés y la reducción en las rondas de financiación limitaron las posibilidades de crecimiento para muchas startups.
El mercado global de unicornios también se vio afectado. En 2023, solo 225 nuevas empresas alcanzaron esta categoría, la cifra más baja desde 2019. A pesar de este freno, el ecosistema tecnológico español está evolucionando hacia áreas de alto valor añadido, donde las startups tienen oportunidades de crecimiento a nivel mundial. Entre los sectores con mayor proyección destacan:
- Fintech: España cuenta con un ecosistema sólido en el sector financiero digital, con empresas como Capchase e ID Finance liderando la transformación en financiación alternativa y pagos digitales.
- Traveltech: compañías como Civitatis y Exoticca han demostrado que el sector del turismo digital sigue en auge.
- Ciberseguridad: el crecimiento de las amenazas digitales ha impulsado a empresas como Devo Technology, que ya ha alcanzado una valoración de 2.000 millones de dólares.
- Software B2B: la demanda de soluciones SaaS sigue en aumento, con compañías como Seedtag y Factorial, posicionadas como referentes en publicidad contextual y gestión de recursos humanos, respectivamente.
Brecha de talento: escasez de perfiles especializados
La expansión del empleo tecnológico ha puesto en evidencia un problema estructural: la escasez de talento especializado. La demanda de perfiles en inteligencia artificial, ciberseguridad y desarrollo de software supera ampliamente la oferta, lo que dificulta la contratación de profesionales cualificados.
En definitiva, el ecosistema tecnológico español ha experimentado una década de crecimiento acelerado, con un notable aumento en la inversión, el empleo y la consolidación de nuevas startups. El reto ahora es consolidar este crecimiento, atraer talento, financiación y fortalecer la posición de España como un centro tecnológico competitivo en Europa.