A la espera de las cifras del presente ejercicio, y de acuerdo con los datos de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ), esta modalidad de comercio en España logró un notable incremento del 7% en su facturación durante el año 2023.
Cifras y factores de crecimiento
Las ventas crecieron en 10 millones de euros respecto a 2022, hasta alcanzar los 156 millones. Este aumento rompe con el estancamiento registrado en años anteriores, con incrementos que rondaban entre el 0,3% y el 1%.
Se trata de un punto de inflexión, debido principalmente a dos factores:
- El aumento de las ventas en supermercados y grandes superficies, que representan el 82% de las transacciones.
- El impacto positivo de las certificaciones como Fairtrade, responsables del 95,8% de las operaciones.
El cacao y los dulces lideran el crecimiento con el 76,8% de la facturación, mientras que el café, con un 15%, se mantiene como un producto emblemático del sector. Además, las organizaciones importadoras han incrementado sus ingresos, y las empresas convencionales han apostado más por productos con certificaciones de comercio justo, lo cual ha fortalecido su presencia en el mercado.
Brecha de consumo en España frente a Europa
A pesar del crecimiento en facturación, el consumo de productos de comercio justo en España sigue siendo notablemente inferior al de otros países europeos. Esta diferencia refleja no sólo cuestiones económicas, sino también culturales y estructurales.
El gasto anual promedio de los españoles en productos de comercio justo se sitúa en 3,20 euros por habitante, una cifra significativamente menor que los 20 euros de media en Europa. Países como Francia, Alemania o incluso el norte de Italia registran niveles de consumo mucho más elevados.
Entre las causas de esta brecha de consumo, destacan:
- Menor cultura de consumo: en España, la sostenibilidad aún no ocupa un lugar prioritario en las decisiones de compra, a diferencia de otros países donde estos valores llevan décadas integrados en el consumo cotidiano.
- Falta de información: muchos consumidores desconocen los beneficios del comercio justo, así como el impacto social y medioambiental asociado a sus compras.
- Deficientes canales de distribución: aunque los supermercados y grandes superficies acaparan el 82% de las ventas, la disponibilidad de productos de comercio justo en estos espacios sigue siendo limitada y, en ocasiones, poco visible. Esto contrasta con mercados como el alemán, donde grandes cadenas llevan 20 años ofreciendo estos productos en su lineales.
Principales productos y mercados del comercio justo en España
La alimentación es la gran protagonista, con el 96% de las ventas totales. Dentro de este sector, el cacao y los dulces generan el 76,8% de la facturación. Por otro lado, el café, símbolo tradicional del comercio justo, mantiene una participación significativa con un 15% de las ventas.
Aunque en menor medida, los productos no alimentarios también tienen un papel relevante. El sector textil, especialmente la ropa y los artículos para el hogar, lidera este grupo con un 2,7% de la facturación. Le siguen los complementos y artículos de decoración, mientras que los productos de higiene y cosmética natural experimentaron una ligera disminución en ventas durante 2023.
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Procedencia de los productos: América Latina, África y Asia
El mercado español de comercio justo se nutre de productos provenientes de 131 cooperativas y organizaciones de 46 países. América Latina es la región con mayor volumen comercial, donde destacan países como Perú, Guatemala y Nicaragua, principales proveedores de café y cacao.
África aporta cacao desde Costa de Marfil y Ghana; mientras que Asia, liderada por India y Turquía, se especializa en artículos textiles y de artesanía.
Canales de distribución: ¿dónde se consume comercio justo?
La distribución del comercio justo en España está dominada por los supermercados y grandes superficies, que acaparan el 82% de las ventas. Este canal sigue creciendo, ya que permite llegar a un público más amplio, aumentar la visibilidad de los productos y fomentar su normalización en la cesta de la compra.
Sin embargo, aún persiste el reto de integrar de manera más efectiva los productos con sello de comercio justo dentro de estas cadenas, para aumentar su competitividad frente a otras opciones.
Por otra parte, la hostelería (sector HORECA) representa el 12,7% de la facturación de comercio justo, mientras que el pequeño comercio, incluidas las tiendas especializadas, alcanza un 5,1%. Aunque estos canales tienen menor participación, su impacto en la promoción de los valores del comercio justo es crucial. La hostelería tiene el desafío de incorporar productos sostenibles en un entorno altamente competitivo, mientras que el pequeño comercio debe superar las limitaciones de alcance y recursos, para captar a un público más amplio.
Desafíos y oportunidades para el desarrollo del comercio justo en España
Si se adoptan las medidas estratégicas necesarias, el comercio justo tiene un gran potencial de crecimiento en el mercado español. No obstante, primero es necesario superar las múltiples barreras que frenan su consolidación como modelo de consumo habitual.
Falta de reconocimiento legal y futura Ley de Economía Social
A diferencia de países como Francia, donde el comercio justo cuenta con un marco legal que respalda su desarrollo, en España no existe un reconocimiento institucional claro. La futura Ley de Economía Social representa una oportunidad para otorgar al comercio justo un reconocimiento legal similar al de países como Francia. Esto permitiría establecer incentivos fiscales, acceso a financiación específica y mayor promoción institucional.
Sensibilización del consumidor: formación, etiquetado y marketing
El citado gasto medio por habitante de 3,20 euros anuales refleja una falta de cultura de consumo responsable en el país.
La educación del consumidor es esencial para incrementar la demanda de productos de comercio justo. Esto incluye campañas informativas, un etiquetado más claro que resalte los beneficios sociales y ambientales, y estrategias de marketing que conecten emocionalmente con los valores del público objetivo.
Voluntad política internacional en el comercio justo
Por último, no hay que olvidar que, en las regiones productoras, especialmente en África, América Latina y Asia, las condiciones socioeconómicas y ambientales distan mucho de ser las idóneas. La pobreza y la falta de recursos dificultan la transición hacia modelos sostenibles de producción, mientras que los problemas como la deforestación y el uso de productos químicos comprometen los estándares necesarios para obtener certificaciones de comercio justo.
Para superar este escollo, es necesaria una voluntad política de apoyo y colaboración que ayude a crear entornos más favorables, en los propios países productores.