Las exportaciones españolas constituyen una de las principales bazas para el proceso de recuperación económica, tras la crisis de la COVID-19.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, durante los dos primeros meses del año, las exportaciones de nuestro país se incrementaron en un 3,5% respecto al ejercicio anterior. Las ventas alcanzaron los 47.135 millones de euros, lo que representa un máximo de la serie histórica.
Por su lado, las importaciones se incrementaron en un 0,2%, hasta alcanzar los 52.759 millones de euros. Esto supuso una reducción del 20,9% del déficit comercial, y un buen augurio de cara al periodo de recuperación que ahora comienza.
Evidentemente, la emergencia sanitaria y el consiguiente Estado de Alarma provocaron una caída del comercio internacional. Sin embargo, la evolución a lo largo de estos últimos meses invita al optimismo.
Reducción histórica del déficit de la balanza comercial
Si bien es cierto que el impacto de la crisis del coronavirus se ha traducido en una caída de la actividad comercial internacional, vale la pena destacar que el déficit exterior también se ha visto reducido.
Durante los tres primeros meses del año, las exportaciones cayeron un 3%, hasta situarse en los 68.904 millones de euros. Sin embargo, las exportaciones mermaron en un 4,9%, lo que supuso compras por valor de 76.565 millones. El resultado fue un déficit comercial de 7.661 millones de euros, es decir, un 19% menos que en 2019.
Concretamente, los sectores que contribuyeron de forma positiva a la tasa de variación interanual son la alimentación, las bebidas, el tabaco, así como otras mercancías y productos químicos.
Por contra, los sectores más perjudicados fueron el automóvil, las manufacturas de consumo y las materias primas.
La caída del comercio internacional se agudizó durante el mes de abril, con una reducción interanual del 39,3%, en las exportaciones, y del 37,2% en las importaciones.
En consecuencia, el mes se cerró con un déficit comercial de 1.518 millones de euros, un 5,4% menos que en 2019. Finalmente, el déficit comercial del año hasta abril se cerró en 9.179 millones de euros, un 17,1% menos que el ejercicio anterior.
Dadas las circunstancias, es factible que el déficit comercial y el superávit por cuenta corriente alcancen respectivos mínimos y máximos históricos a lo largo del año.
Reducción histórica del déficit de la balanza comercial
El descenso de las exportaciones también se ha reproducido en los países vecinos, que promediaron una reducción del 30,5%, durante el mes de abril.
- La caída en Alemania fue del 31%.
- Las exportaciones francesas se redujeron en un 43,1%
- Y Reino Unido experimentó una reducción del 18,6%.
Por su lado, los principales países exportadores fuera del espacio comunitario también han sufrido una caída de sus ventas en el exterior, -29% en Estados Unidos y 20,1% en Japón-, con la salvedad de China, cuyas exportaciones crecieron un 3,5%.
Las exportaciones españolas serán un factor clave para la recuperación
Debido a la caída de consumo interno y la incertidumbre sobre el sector turístico, es previsible que las exportaciones se conviertan en las grandes protagonistas de la recuperación económica.
A lo largo de estos años, España ha logrado situarse como pieza clave dentro de las cadenas globales de valor en múltiples sectores. Esta posición privilegiada debe ser aprovechada para volver a la senda del crecimiento.
Protagonismo de las pymes españolas
Según un informe publicado por el Observatorio MESÍAS, el 23% de las pymes españolas realizan actividades de exportación.
Además, en apenas cuatro años, han logrado incrementar su importe neto medio de cifra de negocio en un 21%.
Siempre y cuando dispongan del apoyo oportuno en términos de liquidez y financiación, las pequeñas y medianas empresas tienen ante sí la oportunidad de erigirse como protagonistas de la actividad exportadora.
Por supuesto, será necesario identificar con precisión aquellos mercados que estén logrando superar los efectos de la COVID-19 con mayor celeridad. Sin embargo, superado este escollo, las oportunidades de crecimiento parecen sólidas.