Durante la última cumbre del G-20 en Roma, la Administración de los Estados Unidos confirmó que procederá al levantamiento parcial de los aranceles impuestos en 2018, al acero y aluminio de la Unión Europea. Se trata de un paso importante hacia la normalización de las relaciones comerciales. Sin embargo, no supone una solución definitiva.
Disputa comercial por exceso mundial de acero y aluminio
Para valorar la relevancia de esta decisión es necesario comprender el origen de estos aranceles.
En 2018, los Estados Unidos establecieron aranceles del 25% al acero y 10% sobre el aluminio. Lo hicieron amparados por una ley nacional aprobada en 1962 y esgrimiendo motivos de seguridad nacional. Múltiples regiones comerciales del mundo se vieron afectadas, incluyendo Rusia, India, China y la Unión Europea.
La intención de la administración norteamericana era incentivar la generación de empleo en su industria metalúrgica. Desafortunadamente, la pandemia del coronavirus truncó estos planes, con una parálisis comercial que afectó a todo el planeta.
Levantamiento parcial tras la amenaza europea
Como respuesta, la Unión Europea procedió inicialmente a establecer nuevos aranceles a un conjunto de productos icónicos procedentes de los Estados Unidos. El importe estimado de estos recargos tarifarios alcanzó los 2.800 millones de euros.
En junio de este año, dichos aranceles se habrían incrementado hasta alcanzar el 50%. No obstante, la Unión Europea decidió paralizar dicha medida hasta diciembre de este año. Esta decisión debe entenderse en el entorno de la tregua comercial y la reapertura de las negociaciones, que ambas partes iniciaron en el mes de mayo.
Hasta ahora, los Estados Unidos habían mantenido los aranceles metalúrgicos impuestos previamente. Su inminente suspensión indica que las negociaciones comienzan a dar sus frutos.
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Impacto en el sector siderúrgico español
El sector metalúrgico español ha sido uno de los más afectados por los aranceles al acero y al aluminio. Según el informe “Importaciones para el consumo de productos de acero en Estados Unidos”, publicado por la división económica del censo de los Estados Unidos, España ha sido, junto a Brasil y Australia, el país cuyas exportaciones más se han reducido.
Con anterioridad a esta medida, España competía con Países Bajos, Austria e Italia. Ahora, sin embargo, se ha quedado rezagada. En total, ha sufrido una reducción de sus exportaciones globales de un 50%. Esto refleja la importancia del mercado norteamericano.
Además, ha visto cómo otros países como Francia, Alemania, Italia y Suecia han logrado incrementar su volumen de facturación.
Caída drástica de la facturación
Durante los primeros cinco meses de 2020, España vendió 152.487 toneladas métricas de acero a los Estados Unidos. Esto representó una facturación de 116 millones de dólares. Sin embargo, durante el mismo periodo de 2021, las exportaciones cayeron a 74.657 toneladas. Supone 74,6 millones de euros.
Tras el anuncio de la retirada parcial de los aranceles, el sector español tiene ante sí la oportunidad de recuperar parte del terreno perdido. Ahora bien, deberá hacer frente a otros desafíos de naturaleza logística, como el encarecimiento del flete internacional.
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Perspectivas de futuro
En primer lugar, hay que tener presente que el levantamiento de los aranceles es solo parcial. Aún no se ha precisado qué parte va a ser retirada. Se espera que los detalles sean publicados antes de la finalización del año.
Por otro lado, no hay olvidar que esta guerra comercial tiene ramificaciones relacionadas. Como la disputa en torno a las subvenciones a Airbus por parte de la Unión Europea hace más de 15 años. Tras la resolución de 2019, por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en favor de los Estados Unidos, este país comenzó a aplicar aranceles a una gran variedad de productos y sectores.
España se vio afectada en productos como los aceites refinados de petróleo, los automóviles de turismo, los antisueros y sangre. Sin olvidar el aceite de oliva y el vino, entre otros muchos alimentos.
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El pasado verano, se alcanzó un acuerdo para suspender estos aranceles durante cinco años, para impulsar las negociaciones. Como ya se ha mencionado anteriormente, la Unión Europea suspendió hasta diciembre el incremento que tenía previsto en sus aranceles a productos norteamericanos. Ahora, tras las recientes declaraciones de los Estados Unidos, dicha suspensión será prolongada.
Sea como fuere, aún queda un largo camino por recorrer. Especialmente si se desea reactivar las negociaciones por un tratado de libre comercio entre ambas regiones.