Habitualmente, el análisis de las exportaciones españolas suele estar centrado en productos de carácter industrial y, cuando se menciona el sector servicios, el tema recurrente es el del turismo.
Por descontado España es una potencia turística a nivel mundial, capaz de generar un enorme superávit, que es utilizado para compensar el déficit comercial de bienes.
Dicho superávit se mueve por encima de los 35 000 millones de euros, mientras que el déficit comercial de los últimos años ha oscilado alrededor de los 22 000 millones.
Auge de servicios distintos al turismo
Sin embargo, España se está convirtiendo en una importante exportadora de otro tipo de servicios, tales como el transporte, la consultoría económica y técnica para la construcción de grandes obras, las finanzas, los seguros, la producción de cine y televisión, la cultura, el deporte e incluso la sanidad y la educación.
Ciertamente, el modo en el que las exportaciones de estos servicios tienen lugar no es, necesariamente, semejante al del movimiento internacional de mercancías. En su lugar, suelen llevarse a cabo:
- Transacciones de servicios sin desplazamiento del proveedor, ni del consumidor.
- Prestaciones de servicios con desplazamiento del consumidor.
- Suministro de servicios en el exterior, mediante el uso de filiales o sucursales.
- Prestación de servicios mediante el desplazamiento temporal de personal.
De acuerdo con las estadísticas del Boletín oficial del Banco de España, los servicios que más destacan por su dinamismo son los servicios a empresas y servicios de telecomunicaciones, cuyo alto componente tecnológico presenta excelente perspectivas de futuro.
Sinergias entre la exportación de productos y servicios
A menudo, las exportaciones de servicios van de la mano de las de mercancías como sucede, por ejemplo, en el importante sector de la automoción, que también acarrea toda clase de servicios relacionados con el diseño, el software y demás tecnología; en la industria de la confección, que funciona como tractora de la exportación de servicios vinculados con la publicidad, el diseño, la financiación, la comercialización, el servicio post-venta, etc.
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Sin duda, esta sinergia ha favorecido notablemente la exportación española de servicios. No obstante, también implica un importante riesgo, en el caso de que las empresas que se volcaron al exterior durante la época de la crisis decidan volver a contraerse en el mercado doméstico. Por el momento, este escenario no está teniendo lugar.
En cualquier caso, y de acuerdo con los datos de la OECD, los servicios exportados directa o indirectamente suponen el 50% del valor de todos los bienes exportados en España, lo cual resulta sorprendente, teniendo en cuenta la escasa cobertura mediática que reciben, así como la inexistente presencia en los cálculos de la balanza de pagos nacional.
Récord histórico de las exportaciones españolas de bienes y servicios
De acuerdo con los datos proporcionados por el IEE (Instituto de Estudios Económicos), a partir de la información del Eurostat, las exportaciones españolas de bienes y servicios marcaron un nuevo hito histórico, alcanzando el 34,1% del PIB.
Esta cifra supone un crecimiento de 12 puntos respecto al 22,7% del PIB que caracterizó al año 2009, momento más álgido de la crisis económica.
Por otra parte, según la información publicada por el Banco de España, en lo que a la balanza corriente de ingresos y pagos al exterior se refiere, el intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias ha registrado un superávit de 7.400 millones. Ciertamente, hay que tomar estas cifras con prudencia dado que se refiere a las exportaciones en su conjunto; si bien, como ya he mencionado, los servicios representan el 50% del volumen de las mismas, por lo que no resulta complicado extrapolar los datos.