Desde la aprobación del Pacto Verde Europeo, el 11 de diciembre de 2019, la Unión Europea ha dado numerosos pasos para avanzar en la descarbonización de la economía y el desarrollo sostenible de Europa.
Sin embargo, este proceso no está carente de retos y obstáculos que, probablemente, obligarán a hacer ciertas concesiones. No obstante, ya es posible identificar la importante batería de medidas legislativas y políticas en marcha.
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Fondo Social para el Clima
En diciembre de 2022 los Estados miembros acordaron la creación del Fondo Social para el Clima, una iniciativa de carácter sostenible que fue ratificada por el Parlamento europeo el pasado mes de abril. El propósito de esta institución es proteger a los hogares, microempresas y usuarios de transportes que puedan verse afectados por el incremento de los costes debido a la transición ecológica.
Entre las medidas climáticas previstas, figuran:
- La reducción de la carga fiscal sobre la energía.
- La concesión de ayudas directas para compensar el incremento de los precios del transporte por carretera, o del combustible para calefacción.
- Los incentivos para la rehabilitación de edificios y despliegue de tecnologías renovables, con el fin de hacerlos más eficientes.
Directiva de Eficiencia Energética y desarrollo sostenible
En julio del presente año, el Consejo de la Unión Europea aprobó la reducción del consumo de energía final por parte de los países miembros, en un 11,7%, para el año 2030.
El punto de referencia quedó fijado en el consumo registrado en 2020. De forma que, para el final de esta década, el máximo de energía a consumir será el equivalente a 763 millones de toneladas de petróleo para energía final, así como 993 millones de toneladas para el consumo de energía primaria.
Todos los países deberán establecer contribuciones y trayectorias nacionales, así como objetivos anuales. El objetivo anual de ahorro energético para consumo de energía final irá incrementándose progresivamente, desde el año 2024, hasta 2030.
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Ley de Restauración de la Naturaleza y Sostenibilidad
El Parlamento Europeo aprobó, el pasado 17 de julio, el mandato de negociación sobre esta pionera normativa, cuyo objetivo es recuperar el ecosistema y la biodiversidad dentro de la Unión Europea, así como reducir los riesgos de seguridad alimentaria. Esta nueva medida climática apoya que la restauración de los ecosistemas cubra un mínimo del 20% de todas las áreas terrestres y marítimas europeas.
Ahora bien, antes de su aplicación, la Comisión deberá haber aportado datos acerca de las condiciones necesarias para garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo. Los Estados miembros serán los encargados de cuantificar previamente el área que requieren recuperar.
Cabe señalar que esta legislación no exige la creación de nuevas áreas protegidas, ni impide el despliegue de infraestructuras de energías renovables, las cuales considera de interés público.
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El Plan REPowerEU, la medida climática para eliminar la dependencia de los combustibles fósiles rusos
En mayo de 2022 y en pleno conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, la Unión Europea presentó un ambicioso plan para reducir la dependencia energética respecto a Rusia. Además, este plan pretende alinearse con los objetivos de transición ecológica, apoyando la electrificación de la economía.
Las grandes áreas de actuación prevista son las siguientes:
- Ahorro de energía para paliar la crisis energética mediante campañas de comunicación e incentivos fiscales. Además, se prevé la adopción de medidas cautelares en caso de interrupción grave del suministro.
- Diversificación de los suministros y apoyo a socios internacionales, lo cual ha supuesto un incremento exponencial de la importación de gas natural licuado.
- Aceleración del despliegue de las energías renovables, aumentando al 45% el objetivo fijado para 2030.
- Reducción del consumo de combustibles fósiles en la industria y el transporte.
- Inversión adicional de 210.000 millones de euros hasta 2027.
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Propuesta de nueva normativa sostenible para envases y residuos
De acuerdo con la Comisión Europea, la actual Directiva que regula este ámbito no ha logrado su objetivo de reducción del impacto dañino de los envases en el medioambiente. Ahora bien, no se puede ignorar que este sector genera un volumen de negocio de 370.000 millones de euros en toda la Unión Europea.
Este es el motivo por el cual se han introducido nuevos cambios normativos propuestos por la Comisión Europea, que se esperan sean los siguientes:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a 43 millones de toneladas para 2030, frente a 66 millones actuales.
- Reducir el uso de agua en 1,1 millones de m3.
- Disminuir los costes de daños medioambientales en 6.400 millones de euros para 2030.
- Reducir las necesidades de combustibles fósiles en 3,1 millones de toneladas al año.
- Aumentar el porcentaje global de reciclaje de envases del 66,5% en 2018 al 73% en 2030.
- Reducir el porcentaje de envases volcados en el vertedero del 18,7% al 9,6%.
Cabe destacar que, en noviembre de 2021, la Comisión Europea también propuso prohibir la exportación de residuos generados en los países miembros salvo en determinadas condiciones.
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La excesiva creación de residuos es un problema global que afecta a multitud de productos incluidos, por ejemplo, los del sector textil. El abaratamiento de los procesos productivos y el concepto de “moda rápida” han disparado el consumo de ropa en un 40% por parte de los europeos en los últimos 15 años. Este incremento ha aumentado el desperdicio de prendas y la generación de residuos textiles.
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A través de diversas medidas climáticas y propuestas legislativas, la Unión Europea busca no solo proteger el planeta, sino también garantizar la seguridad y bienestar de sus ciudadanos. Para cumplir con este objetivo, es esencial que todos los Estados miembros colaboren activamente en la implementación de estas medidas climáticas, ya que solo a través de la acción colectiva se logrará un mañana más verde y sostenible para las generaciones futuras.