Uno de los factores que determina el éxito de las exportaciones de nuestro país es el Índice de Tendencia de Competitividad de la economía española en otros mercados.
Este es uno de los motivos por los que la Subdirección General de Estudios y Evaluación de Instrumentos de Política Comercial, perteneciente al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, publica trimestralmente un Informe de Competitividad, que analiza el nivel de competitividad de la economía española en los mercados exteriores.
Más concretamente, lleva a cabo una comparativa segmentada en tres zonas geográficas: Unión Europea, zona euro, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y los BRICs (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica).
Para ello, se vale de los Índices de Tendencia de Competitividad (ITC), calculados a partir de tres indicadores diferentes:
- ITC calculado a partir de los Índices de Precios al Consumo (IPC) o los Índices de Precios de Consumo Armonizados (IPCA).
- ITC calculado a partir de los Índices de Valor Unitario de las Exportaciones (IVUs) o los índices de precios de las exportaciones.
- ITC calculado a partir del indicador de Costes Laborales Unitarios (CLUs).
El último informe disponible es el que recoge el análisis del segundo trimestre del presente 2020, o lo que es lo mismo, la evolución de la competitividad española en el exterior durante los meses del confinamiento, impuesto como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
Cabe señalar, sin embargo, que las cifras de los Índice de Tendencia de Competitividad calculados con IVUs o CLUs se corresponden con el primer trimestre del año, debido al retraso en la elaboración y publicación de los índices.
En este artículo, vamos a resumir las principales conclusiones de dicho informe.
Cálculos a partir del Índice de Tendencia de Competitividad
ITC calculado a partir de los Índices de Precios al Consumo (IPC)
Durante el segundo trimestre del año, España ganó competitividad respecto a la mayor parte de regiones del mundo, tomando como referencia el Índice de Tendencia de Competitividad calculado a partir de los IPCs.
Concretamente, el ITC cayó un 0,6% respecto a la Unión Europea, un 1,1% respecto a la zona euro, y un 0,2% respecto a los países de la OCDE. Este buen comienzo de año está alineado con la tendencia ya marcada en el primer trimestre de 2019.
Sin embargo, nuestro país perdió competitividad respecto a los países de la Unión Europea que no forman parte del euro, con un incremento del ITC de un 1,8%, así como respecto a los BRICs, con un repunte del 1,9%.
ITC calculado a partir de los Índices de Valor Unitario de las Exportaciones (IVUs)
Al contrario que en el caso anterior, España perdió competitividad durante el primer trimestre, tomando como referencia los IVUs de exportación.
Nuestro país vio como suÍndice de Tendencia de Competitivida d se incrementó un 0,9% respecto a la Unión Europea en su conjunto. Especialmente llamativo fue el incremento del 2,7% respecto a los países con los que no compartimos el euro.
La misma tendencia pudo verse respecto a los países de la OCDE, con una subida del 1,7% en el ITC.
Esto supone un claro cambio de tendencia respecto al mismo trimestre de 2019, en el que se logró una mejora de competitividad, tanto respecto a la Unión Europea, como respecto a los países de la OCDE.
ÍTC calculado a partir del indicador de Costes Laborales Unitarios (CLUs)
La competitividad a partir de los costes laborales también cayó durante el primer trimestre del año, lo cual supuso perder el terreno ganado durante el mismo periodo del año anterior.
El Índice de Tendencia de Competitividad respecto a la Unión Europea se resintió con un alza del 3,5%, debido al ascenso del índice de costes laborales unitarios (3,3%), así como del índice de tipos de cambio (0,2%).
Más específicamente, el alza del Índice de Tendencia de Competitividad fue del 4,2% respecto a los países de la zona euro, y del 1,1%, respecto del resto, empujado por la subida del índice de tipo de cambio.
Cabe señalar que España no experimentó una subida en solitario de los costes laborales unitarios, desde enero hasta marzo de 2020. En realidad, la mayoría de los países de la Unión Europea vieron crecer estos costes, con las excepciones de Alemania e Italia, que se redujeron en un 4% y un 1,8% respectivamente.
De acuerdo con las cifras recogidas desde 2006, el nivel de competitividad de la economía española ha ido mejorando progresivamente. Alcanzó su mejor momento en el periodo comprendido entre 2010 y 2013.
No obstante, en los años posteriores, y tras un notable repunte del Índice de Tendencia de Competitividad, la competitividad se ha mantenido relativamente pareja respecto a los principales mercados internacionales.