En un contexto donde la demanda de productos pesqueros crece y los recursos marinos son cada vez más limitados, la inteligencia artificial (IA) en la pesca permite desarrollar estrategias más sostenibles y eficientes.
Gracias al análisis de grandes volúmenes de datos, la IA apoya la gestión de los recursos marinos, ayuda a optimizar las operaciones pesqueras y refuerza el combate contra la pesca ilegal. Estas y otras muchas aplicaciones no solo mejoran la rentabilidad, sino que también son esenciales para preservar los ecosistemas y asegurar el futuro de la industria.
Aplicaciones de la inteligencia artificial en la pesca
La inteligencia artificial en la pesca permite gestionar los recursos marinos de forma más sostenible y eficiente. Como consecuencia, contribuye a preservar las poblaciones de peces y proteger los hábitats marinos.
Monitorización de poblaciones de peces y su distribución
Esta tecnología posibilita el análisis de datos obtenidos de satélites, sensores submarinos y cámaras, para estimar el tamaño y ubicación de las poblaciones de peces.
Semejante vigilancia continua facilita la identificación de patrones migratorios y comportamientos específicos de cada especie. Aportando información valiosa para la gestión de los recursos.
Establecimiento de cuotas y protección de hábitats mediante la inteligencia artificial en la pesca
Con los datos obtenidos, también es posible definir las cuotas de captura basadas en criterios sostenibles, para evitar la sobreexplotación de las especies.
Además, la inteligencia artificial en la pesca ayuda a identificar zonas de reproducción y áreas de cría, lo cual facilita la delimitación de zonas de pesca restringida para proteger estos hábitats críticos.
Optimización de operaciones pesqueras
La eficiencia operativa es clave para la rentabilidad en el sector pesquero. En este sentido, la IA permite optimizar las operaciones de captura, para reducir los costes y el impacto ambiental.
Por un lado, los algoritmos de IA analizan los datos históricos y actuales para identificar las zonas de pesca más prometedoras. Esto reduce el tiempo de búsqueda y el consumo de combustible.
Por otro lado, la IA puede emplearse en la coordinación de las flotas con el objetivo de optimizar las rutas de los barcos, minimizar costes y maximizar la captura en cada jornada. Esto no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también disminuye la huella de carbono de las operaciones.
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Mejora de la calidad y trazabilidad del producto
La inteligencia artificial también está transformando la forma en que se asegura y rastrea la calidad de los productos pesqueros para garantizar su frescura, así como la transparencia en toda la cadena de suministro.
Los sistemas de IA permiten el seguimiento en tiempo real de las condiciones de almacenamiento y transporte, tales como la temperatura y la humedad. Esto asegura que los productos lleguen frescos al consumidor final, ya que cualquier desviación en los parámetros puede ser detectada y corregida de inmediato.
Asimismo, la integración de la IA y la tecnología blockchain permiten registrar cada etapa del proceso, desde la captura hasta el punto de venta. Esto proporciona a los consumidores información detallada sobre el origen y sostenibilidad del producto.
Combate a la pesca ilegal mediante inteligencia artificial
Mediante el uso de cámaras y algoritmos de análisis de imágenes, la IA puede identificar comportamientos irregulares o sospechosos a bordo de los barcos. A su vez, estos sistemas pueden activar alertas en tiempo real, para notificar de inmediato a las autoridades la posible concurrencia de actividades ilegales.
Esto permite detectar prácticas prohibidas, responder de forma rápida, reforzar la vigilancia de áreas vulnerables y, en definitiva, garantizar que las capturas cumplan con las regulaciones.
El papel de la IA en la acuicultura y su sostenibilidad
La acuicultura, o cultivo de peces, también es una actividad fundamental del sector. Los sistemas de IA pueden detectar enfermedades y analizar las condiciones ambientales, como temperatura y salinidad, lo que permite realizar intervenciones tempranas, en caso de ser necesario.
Además, es posible diseñar dietas específicas para las necesidades de cada especie, lo que mejora la eficiencia alimentaria y reduce los residuos. Esta optimización limita el impacto ambiental y mejora la sostenibilidad del proceso de cultivo.
Desafíos de la inteligencia artificial en la pesca
A pesar de las múltiples ventajas de esta tecnología, no podemos obviar los obstáculos para que su implementación tenga éxito.
En primer lugar, la integración de la inteligencia artificial en la pesca requiere una capacitación adecuada. De hecho, la IA está generando nuevos puestos de trabajo relacionados con la tecnología, como analistas de datos, técnicos en mantenimiento de equipos de IA y operadores de drones. Esta evolución fomenta el desarrollo de habilidades tecnológicas en las comunidades pesqueras y moderniza las prácticas tradicionales.
Actualmente, se están desarrollando programas específicos, para que los pescadores y operadores de las flotas adquieran competencias en el uso de herramientas de IA. Algunos ejemplos son el software de análisis de datos y los dispositivos de monitorización.
En segundo lugar, conviene tener presente que existe una brecha tecnológica entre las grandes empresas y las comunidades pesqueras más pequeñas que, a menudo, carecen de los recursos necesarios para implementar nuevas tecnologías. Por ese motivo, es esencial fomentar políticas y programas que faciliten el acceso equitativo a estas tecnologías y eviten una concentración de beneficios en unos pocos actores.
Finalmente, la inteligencia artificial en la pesca, especialmente cuando incluye videovigilancia y seguimiento, debe cumplir con regulaciones de privacidad como el GDPR en la Unión Europea. Garantizar la transparencia y el respeto a la privacidad de los trabajadores y operadores es clave para una implementación ética y responsable.
En conclusión, la inteligencia artificial ofrece al sector pesquero oportunidades únicas para mejorar la sostenibilidad, la eficiencia operativa y la trazabilidad de los productos. Sin embargo, su despliegue debe realizarse de forma ética y responsable, considerando tanto el acceso equitativo, como el cumplimiento de las normativas de protección de datos.
Con un enfoque equilibrado, la IA puede ser una excelente herramienta para construir un futuro más sostenible y rentable en el sector pesquero.