De acuerdo con el informe “Statistical Review of World Energy 2020”, publicado por BP, el consumo mundial de energías renovables superó en 2019 su récord histórico y acumuló el 40% del crecimiento de la energía primaria.
Las energías renovables son las que más crecen
Durante el pasado ejercicio, las energías renovables, lideradas por la eólica y la solar, experimentaron un crecimiento anual del 1% e incrementaron su participación en el mix energético global del 4,5% al 5%.
Evidentemente, aún están lejos del 33% acaparado por el petróleo o el 24% del gas.
Sin embargo, su crecimiento anual en exajulios ya es similar al del gas y superior al del resto de energías primarias.
Además, con un 10,4% de participación en la generación de electricidad, las energías renovables ya han superado a la energía nuclear.
Perspectivas de las energías renovables
El informe “World Energy Outlook” de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), publicado en noviembre del año pasado, augura que las energías solar y eólica lograrán copar más del 50% de la generación eléctrica adicional, para el año 2040.
Dicho informe señala que los principales factores que harán posible esta transición energética son la reducción de costes en las energías renovables y los avances en las tecnologías digitales.
Según el último informe publicado por el Fraunhofer Institute for Solar Energy Systems, el desarrollo tecnológico de los últimos diez años ha supuesto una reducción de los costes del sector fotovoltaico en un 95%.
Por otro lado, también estima un crecimiento sustancial en el protagonismo de la bioenergía, mediante biogás, biometano y biocombustibles.
En lo que se refiere a la capacidad instalada, las energías renovables también acapararán dos tercios de los ocho 500 GW de nueva potencia añadida a nivel mundial para el año 2040.
Atracción de la inversión en España
De acuerdo con los datos recopilados por la firma TTR, desde 2008 hasta la actualidad, España se ha situado como el mercado más importante de Europa para la energía solar.
Por su parte, EY sitúa a nuestro país en el puesto 11 de su ranking mundial, respecto al atractivo inversor en energías limpias.
Tan solo en la primera mitad de 2020, y a pesar de la incidencia de la COVID-19, se registraron 57 operaciones en energías renovables, valoradas en 4.112 millones de euros.
Estas cifras mejoran sustancialmente las del mismo periodo del año anterior, durante el cual se cerraron operaciones por valor de 3.700 millones de euros.
La tendencia alcista en España contrasta con la caída de la inversión mundial acontecida en 2019.
De acuerdo con el informe “The Global Trends in Renewable Energy Investment 2020”, publicado por Bloomberg NEF, la inversión mundial en energía limpia se redujo un 14% respecto al año 2018.
Los tres principales mercados, China, Estados Unidos y Europa, protagonizaron una clara desaceleración, aunque fue el gigante asiático el que lideró la caída con una reducción del 39%.
España, sin embargo, disparó la atracción de inversión con un incremento del 235% respecto a 2018.
Factores de crecimiento del sector en España
Sin duda, las empresas españolas están haciendo bien en aprovechar una excelente oportunidad de crecimiento del sector.
Por poner un ejemplo, según el mapa de radiación solar confeccionado por el Código Técnico de la Edificación (CTE), la mayor parte del territorio nacional tiene un enorme potencial para generación fotovoltaica.
Además, los avances normativos como el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la Estrategia de Transición Justa y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) ponen de manifiesto la voluntad política de apostar por un marco que favorezca la inversión y el desarrollo de las energías renovables en España.
Aún se requiere una mayor armonización en cuestiones como los procesos administrativos, la fiscalidad, las subastas energéticas y, en general, las diferencias normativas entre las Comunidades Autónomas.
Sin embargo, no cabe duda de que las energías renovables presentan un gran potencial, que tanto el sector público, como el privado están sabiendo capitalizar.