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La biotecnología española como motor de la industria

El sector de la innovación española ha logrado crear un tejido industrial de 3.585 empresas, de las cuales 790 se dedican de forma principal a la biotecnología. De ellas, al menos 163 trabajan específicamente en el campo de la biología industrial y están especializadas para incrementar la productividad, y hacerlo de forma sostenible.

La estrecha colaboración entre el sector privado y el público ha permitido el crecimiento de las empresas de biotecnología. De hecho, las conocidas como “biotech” han incrementado en un 59% las alianzas conseguidas en el ejercicio anterior. Concretamente, el 40% de estos acuerdos han tenido lugar con entidades del sector público.

Incremento de la inversión en biotecnología

De acuerdo con el “Informe AseBio 2020”, publicado por la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), la inversión privada nacional e internacional en empresas biotecnológicas españolas ha aumentado casi un 50% durante la pandemia.

Por un lado, se ha conseguido superar los 150 millones de euros, provenientes de capital privado. Además, se ha logrado atraer un elevado volumen de inversión proveniente de los mercados internacionales, hasta rozar los 100 millones de euros.

En lo que se refiere a cifras de inversión total, el sector ha batido su récord. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), su inversión en I+D ha alcanzado los 940 millones de euros, lo cual representa el 6% de la inversión total en I+D nacional.

En concreto, 671 millones están destinados a la inversión en biotecnología, una cifra que duplica la inversión de hace una década y pronostica un futuro saludable para el sector.

Aumento de la producción científica

A lo largo del último año, España se ha convertido en la octava potencia mundial en producción de documentación biotecnológica.

La actividad del sector ha logrado generar más de 10.100 millones de euros de renta, equivalente al 0,8% del PIB nacional. Además, su facturación se ha incrementado hasta los 12.000 millones, lo que representa el 1% del PIB.

Particularmente, las empresas han incrementado en un 70% el lanzamiento de productos y servicios vinculados con el coronavirus. Tal es el caso de test de diagnóstico, tratamientos e incluso vacunas, que se encuentran en fase de desarrollo.

Sin duda, la biotecnología española constituye una gran palanca de apoyo para el sistema sanitario.

Generación de empleo

Además, el sector biotecnológico también es un buen generador de empleo, con alrededor de 117.700 puestos de trabajo; es decir, el 0,6% del total del empleo nacional.

Un aspecto de gran relevancia es que se trata del sector con mayor porcentaje de investigadores sobre el total de empleados. Este factor es de vital importancia, a la hora de retener el talento relacionado con el I+D en nuestro país.

Por otro lado, cabe destacar que las empresas biotecnológicas también se caracterizan por una mayor presencia de mujeres en la actividad de investigación, hasta alcanzar el 60% de la plantilla. Este porcentaje es muy superior a la media de otros sectores.

Casos prácticos destacados

Además del sector sanitario, la biotecnología española ya cuenta con numerosos casos de éxito en otros ámbitos, como los combustibles, el tratamiento de aguas residuales, la cosmética o la nutrición humana.

Una de las aplicaciones más destacadas es la producción de etanol, a partir de los residuos orgánicos producidos por los hogares.

El material orgánico depositado en los contenedores puede ser fermentado, mediante el uso de enzimas -las cuales lo transforman en azúcares-, y la posterior utilización de levaduras.

El resultado es el etanol, que se añade como componente clave en los combustibles más ecológicos, ofrecidos en las gasolineras.

Este, no obstante, es tan solo un ejemplo de las muchas aplicaciones industriales de las enzimas fabricadas por las empresas biotecnológicas, y que son empleadas en productos químicos, textiles, farmacéuticos e incluso en los alimentos.

Otra aplicación destacada es el cultivo masivo de microalgas para la absorción de dióxido de carbono, y su consiguiente transformación en oxígeno. Esta tecnología es utilizada en sectores como la agricultura o la industria, para incrementar la productividad y beneficiar el medio ambiente.

Por último, cabe destacar que el reciente informe “Covid-19 vaccines: a USD40bn revenue windfall for pharmaceuticals”, publicado por Euler Hermes, ha pronosticado que los laboratorios biotecnológicos van a crecer a un ritmo del 21% en 2021.

La capacidad de estas empresas para desarrollar vacunas contra la COVID-19 ha sorprendido a la industria farmacéutica. No es descartable que se conviertan en las grandes dominadoras de este sector, si logran superar el gap de capacidad productiva que presentan frente a las grandes farmacéuticas.

Actualidad Solunion

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