El reciente informe “Can Europe do without Russian gas?”, publicado por Euler Hermes, augura un notable incremento de los costes de la energía en Europa como consecuencia de la guerra en Ucrania. Si el conflicto perdura y la Unión Europea aspira a independizarse energéticamente del gas ruso, la transición energética se perfila como un proceso beneficioso pero muy ambicioso en términos de ejecución.
El informe publicado por Cambridge Econometrics señala, por ejemplo, que la electrificación de los sistemas de calefacción de los hogares podría mejorar notablemente los niveles de eficiencia energética, reducir la dependencia del gas y generar millones de empleos en Europa.
Déficit energético y dependencia energética del gas ruso
Conviene recordar que, tanto España como un gran número de países de la Unión Europea, sufren un déficit energético, cuyas consecuencias se han visto agravadas por el conflicto bélico en Ucrania.
Durante el pasado mes de agosto, España necesitó importar energía por valor de 4.400 millones de euros. Esto, unido a un encarecimiento del precio de la energía, contribuyó a generar tensiones, tanto en los hogares como en numerosos sectores productivos.
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El informe de Euler Hermes indica que el 36% del suministro de gas consumido en Europa proviene de Rusia. Las previsibles dificultades de abastecimiento e incluso la hipotética prohibición de importar gas ruso por parte de la Unión Europea exigen adoptar una estrategia de diversificación de proveedores en otras partes del mundo.
Sin embargo, Euler Hermes estima que el precio de la electricidad y el gas podría incrementarse en un 30% y 50% respectivamente a lo largo de los próximos doce meses.
Potencial de ahorro energético con la transición ecológica
De acuerdo con las conclusiones del citado informe de Cambridge Econometrics, la independencia de los combustibles fósiles podría suponer que el gasto anual de importaciones de gas se redujera en 15.000 millones de euros durante la presente década.
Para el año 2050, dicho gasto podría caer en 43.000 millones de euros.
A nivel microeconómico, para ese mismo año, los hogares europeos podrían ver reducida su factura energética en un 50% gracias a la instalación de bombas de calor.
Debate por las fuentes de energía verde y sus beneficios medioambientales
La transición ecológica ha puesto sobre la mesa las distintas fuentes de energía disponibles. Sin embargo, cada opción tiene ventajas e inconvenientes.
Determinados ecocombustibles como el hidrógeno azul implican la utilización de fuentes fósiles, con captura de CO₂. Por el contrario, el hidrógeno verde se extrae del agua, pero sus costes de producción son aún muy elevados y requieren la utilización de grandes cantidades de electricidad.
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A nivel doméstico, las bombas de calor se perfilan como una excelente alternativa para climatizar y proporcionar agua caliente a los hogares de forma eficiente. De hecho, se calcula que su utilización reduciría en más de diez veces las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) para el año 2050.
Generación de empleo con la rehabilitación del parque inmobiliario
La reforma de los edificios europeos, con el fin de mejorar su eficiencia energética y la electrificación del suministro de calefacción, también podría apoyar el mercado laboral.
Para mediados de siglo, se podrían haber creado 1,2 millones de puestos de trabajo adicionales, tanto en el sector de la construcción como en el de la energía.
Tan solo a nivel industrial, el estudio de Ecofys de la Fundación Europea del Aislamiento Industrial sostiene que el aislamiento de procesos y sistemas industriales podría generar un ahorro de 400 millones de euros anuales en España.
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Energías eólica y solar como recursos clave para la independencia energética del gas ruso
El plan de 10 puntos, publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), sobre la seguridad energética europea, ha señalado que la energía solar y eólica son, junto a las bombas de calor y el almacenamiento de baterías, la única solución a la volatilidad del precio de la energía vinculada a las importaciones de gas y petróleo.
Algunos de los aspectos más destacados del citado plan son:
- Acelerar la sustitución de las calderas de gas por bombas de calor, para ahorrar 2.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.
- Acelerar la rehabilitación de edificios, para ahorrar 2.000 millones de metros cúbicos de gas anuales e incrementar la competitividad industrial.
- Fomentar la reducción de la temperatura desde los termostatos en solo 1 °C en los edificios para ahorrar 10.000 millones de metros cúbicos anuales.
De esta forma, la Comisión Europea planea invertir 200.000 millones de euros en la nueva política energética vinculada a las energías renovables.