Mediante un comunicado publicado durante el mes de octubre, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) han informado de un próximo ajuste a la baja en la producción de crudo.
A partir del mes de noviembre, se va a llevar a cabo una reducción de 2 millones de barriles diarios respecto a los niveles de agosto. Eso supone una producción total de 41.856 millones de barriles al día, en comparación con los 43.856 millones producidos el pasado mes de agosto. Esta cifra representa el 2% de la producción mundial.
526.000 barriles menos de Rusia y Arabia Saudí
Los países con más peso en el recorte de la producción son Arabia Saudí y Rusia. Ambos dejarán de producir un total de 526.000 barriles diarios cada uno, hasta situar la producción en 10.478 millones de barriles de crudo al día.
Además, es probable que Rusia vuelva a recortar su producción durante el mes de diciembre, momento en el que comenzarán a ejecutarse las medidas de embargo decretadas por la Unión Europea.
Alza de precios en los mercados de petróleo
La primera reacción de los mercados ha sido un incremento en los precios del barril. Por un lado, el Bren -de referencia en Europa- se ha situado en los 93,35 dólares, lo que supone un aumento del 1,69%. Por su parte, el precio del barril de crudo West Texas Intermediate (WTI) -de referencia en Estados Unidos- se elevó un 1,41% hasta alcanzar los 87,74 dólares.
Peligro de recesión mundial
De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la demanda de petróleo durante lo que resta del ejercicio (y a lo largo de 2023) se va a ver reducida. Sin embargo, la decisión de la OPEP+ podría ser la catalizadora final que desencadene la recesión económica global.
Escalada inflacionista
Para empezar, la inflación se ha instalado en los mercados, lo cual ha propiciado un aumento de los tipos de interés del dinero por parte de los principales bancos centrales.
Con la inflación aún descontrolada, ambos factores someten a una fuerte presión financiera, tanto a las empresas como a los consumidores. Sirva como ejemplo el sector agrícola español. El alza en los precios de los fertilizantes ha sido semejante que numerosos agricultores han prescindido de su utilización.
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Peligro para la seguridad energética
Sobra decir que el abastecimiento de petróleo se está convirtiendo en un importante desafío, especialmente para los países de la Unión Europea. El conflicto armado entre Ucrania y Rusia ha dado lugar a numerosas sanciones contra Rusia, a pesar de la fuerte dependencia energética por parte del viejo continente.
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Por ejemplo, a comienzos de octubre, los países miembros adoptaron el tope al precio del petróleo ruso transportado por mar a terceros países.
Esta y otras medidas pretenden reducir los ingresos generados por Rusia. Sin embargo, podría dar lugar a represalias por parte de este país. De hecho, la dependencia energética se ha hecho evidente, con la exclusión sancionadora, sobre el petróleo transportado a través de oleoductos. Países del interior de Europa y sin salida al mar -como Hungría- exigieron dicha exclusión para evitar el desabastecimiento.
Ausencia de reacción por parte de productores de petróleo de terceros países
La AIE ha advertido de que el alza de precios no tiene por qué propiciar una mayor producción de barriles por parte de países productores no pertenecientes a la OPEP+. De hecho, las empresas estadounidenses -tradicionalmente más reactivas- afrontan problemas en la cadena de suministro y no tienen margen de maniobra para incrementar sus costes de producción.
Expectativas de caída en la demanda de petróleo
Finalmente, y como ya hemos señalado al comienzo, está previsto que la demanda de crudo caiga durante lo que queda del año. De hecho, a finales de agosto, las reservas acumuladas en los países de la OCDE se situaban en los 2.736 millones de barriles. Esto representa una caída de 243 millones de barriles respecto a la media del último lustro.
Dichas reservas podrían haber quedado en niveles incluso aún más bajos si los países de la AIE no hubiesen liberado parte de sus reservas estratégicas durante la primavera y verano. Un total de 185 millones de barriles llegaron a un mercado con precios disparados en plena invasión de Ucrania.
La llegada del invierno, la evolución de la guerra en Ucrania y el progreso de la inflación determinarán, en gran medida, el impacto final que el recorte de la OPEP+ tenga sobre el mercado del petróleo.