De acuerdo con la Comisión Europea, la agricultura sostenible pretende una serie de objetivos específicos:
- Producir alimentos seguros, saludables y de alta calidad.
- Conservar los recursos naturales como el agua, el suelo y el aire, haciendo un uso contenido de productos químicos y procurando la mitigación o adaptación al cambio climático.
- Garantizar la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas para contribuir a un desarrollo territorial equilibrado.
- Prestar servicios a los ecosistemas, incluyendo la conservación del suelo y la retención del agua.
- Gestionar las zonas rurales, para conservar el hábitat, la biodiversidad y el paisaje.
- Garantizar el bienestar de los animales, procurando una dieta natural y una buena salud.
- Y mejorar la calidad de vida en las zonas agrícolas, proporcionando empleo e infraestructuras.
No obstante, en este artículo me gustaría centrarme en la vertiente fundamentalmente económica; es decir, analizar aquellos factores e indicadores que mejor puedan reflejar si el sector agrario español es sostenible.
España es menos dependiente de subvenciones agrarias que otros países europeos
Una de los aspectos que más suelen ponerse sobre la mesa a la hora de sopesar la sostenibilidad del sector agrícola es el peso específico que ocupan las subvenciones públicas, y cuya desaparición podría poner en entredicho la supervivencia del sector en el futuro.
Creo que este debate puede ganar en importancia en el futuro próximo, máxime teniendo en cuenta la política proteccionista por la parte de la Administración de los EE.UU. Recientemente, este país estableció importantes aranceles a la aceituna española, por considerar que las ayudas provenientes de la PAC constituyen un ejercicio de competencia desleal.
Te recomiendo leer este artículo al respecto:
Exportaciones de la aceituna
Dejando este asunto a un lado, lo cierto es que las subvenciones de la PAC en España tienen menor importancia que en otros países de la Unión Europea.
De hecho, la PAC supone alrededor del 27% de la Renta Agraria española, frente al 37% en todo el territorio de la UE.
En países como Francia o Alemania, la diferencia en el peso de la Renta Agraria puede ser de hasta un 50% más que en el caso de España.
Obviamente, esto no es una garantía de sostenibilidad pero sí constituye una prueba de la fortaleza del sector nacional frente a sus homólogos en países semejantes.
La importancia de la agricultura familiar en España
En contra de lo cabría suponer, la agricultura familiar constituye el modelo operativo agrícola más frecuente en el mundo.
De acuerdo con cifras de la ONU, el 90% de las explotaciones agrícolas son administradas por un solo individuo o familia, que constituye toda la mano de obra utilizada.
Y lo que es más importante:
Estas explotaciones familiares producen el 80% de los alimentos del planeta.
Según el informe “Retos y oportunidades de la agricultura familiar en el contexto agroalimentario actual”, publicado por Cajamar, hay dos factores clave que van a determinar la sostenibilidad de la agricultura familiar en España:
- La conservación del derecho a producir.
- El asociacionismo agrario.
El asociacionismo agrario
Con el fin de lograr precios competitivos, es imprescindible que las explotaciones familiares se agrupen jurídicamente, generando sinergias en la utilización de los recursos y fomentando la innovación.
Así mismo, deben asegurarse de incrementar y retener el principal valor del producto, el cual actualmente se diluye entre los distribuidores, los cuales aportan la tecnología, técnicas y materiales de packaging y transporte.
La conservación del derecho a producir
El cooperativismo agrario y la fusión con otras empresas de servicios en otros países europeos es muy superior al caso del sector español.
En países como Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Irlanda o Suecia, las cooperativas disfrutan de cuotas de mercado de hasta el 70%, y multiplican por 15 el nivel de integración de sus procesos de producción y distribución.
Esto les permite mantener el control del sector e imponer su criterio, tanto a nivel nacional como internacional.
La agricultura familiar en España ha dado pasos importantes a lo largo de los últimos años. Sin embargo, hay un evidente exceso de estructura burocrática y representatividad social, frente a una gran carencia de estructura empresarial unificada.
Crecimiento de la agricultura ecológica
Por último, creo oportuno mencionar el creciente protagonismo de la agricultura ecológica –también llamada sostenible- dentro del sector. Actualmente, tiene un valor de mercado superior a los 1.700 millones de euros, y ha experimentado crecimientos de dos cifras a lo largo de los últimos años.
Recientemente publiqué un artículo al respecto:
Agricultura ecológica en auge en España
Aún está por verse si la agricultura ecológica se convertirá en un factor clave para la sostenibilidad del sector en España. La voluntad del consumidor, cada vez más exigente y comprometido con la preservación del ecosistema, va a jugar un papel fundamental.
En definitiva, podría decirse que la agricultura en España presenta luces y sombras, dado que, en algunos aspectos, da muestras de fortaleza pero, en otros, está claramente por detrás de otros países europeos.