Durante el pasado mes de marzo, y poco antes de que se declarase el estado de alerta en España, la Comisión Europea presentó una nueva estrategia destinada a ayudar a la industria europea -y las pymes en su conjunto- a acometer, entre otros, dos importantes desafíos: la transición hacia la neutralidad climática y el liderazgo digital.
Hoy por hoy, el paquete de iniciativas aprobado por aquel entonces se ha vuelto aún más relevante si cabe, debido a las dificultades sufridas, como consecuencia del confinamiento y la paralización de buena parte de la actividad económica.
Las pymes representan el 50% del PIB de la Unión Europea, y generan más del 60% de los puestos de trabajo.
Eso significa que su supervivencia frente a crisis es una de las clave para la recuperación de la economía en su conjunto.
En este artículo, vamos a hacer un repaso de los tres pilares de actuación, así como el conjunto de programas de ayuda que se han aprobado más recientemente.
Transición sostenible y digital
La reducción de la huella de carbono generada por la actividad de las empresas es una de las prioridades de la Unión Europea.
Para ello, la Comisión va a mejorar la Red Europea de Empresas, mediante asesores especializados en sostenibilidad.
Además, la transformación y el liderazgo digital de las pymes también constituye un paso clave para mantener el nivel de competitividad y adaptarse a los nuevos modelos económicos.
Con este propósito, se van a ampliar los centros de innovación digital, en las diferentes regiones europeas. Esto facilitará la capacitación de las pymes, respecto a las habilidades y tecnologías digitales.
Finalmente, también se propone la elaboración de una norma común para países de empresas emergentes, que les permita adoptar las mejores prácticas para incentivar el crecimiento de las pymes y de las empresas emergentes de alta tecnología.
Acceso a los mercados y reducción burocrática
El acceso a los mercados fuera de la Unión Europea podría ser un elemento clave para la recuperación económica.
Al fin y al cabo, los países comunitarios figuran entre los más afectados por la pandemia del coronavirus.
El incremento de las exportaciones y la presencia de las pymes fuera de las fronteras de la Unión Europea podría ser un catalizador del crecimiento económico, al beneficiarse de una mejor situación en otros mercados.
Por ese motivo, la Comisión ha propuesto la eliminación de buena parte de los obstáculos normativos y burocráticos, que ralentizan la expansión empresarial de las pymes.
A esta medida, se añade la propuesta de la creación de una ventanilla única de ayuda a las empresas, para transformar Europa en una región idónea para la creación de empresas.
También se van a redoblar los esfuerzos en reducir la demora en los pagos, mediante un nuevo observatorio virtual, y la articulación de mecanismos de resolución alternativos a los litigios.
Además, se apuesta por una estrategia homogénea en todos los países de la Unión Europea, mediante la aprobación de normativas comunes.
Acceso a financiación
Por último, el acceso a financiación ha multiplicado su importancia, dados los evidentes problemas de liquidez ocasionados por la paralización económica y la caída del consumo.
Para hacer frente a este desafío, la Comisión Europea va a apoyar un Fondo de oferta pública inicial para pymes, en el marco del mecanismo InvestEU.
También se fomentará la iniciativa empresarial por parte de las mujeres, mediante la inversión en empresas y fondos dirigidos por mujeres.
Programa de ayuda y compromisos políticos
Evidentemente, ninguna de las anteriores iniciativas se hará realidad si no existe un compromiso político real por parte de los representantes de todos los Estados miembros.
Por eso, un representante de alto nivel de la Unión Europea para las pymes velará para que tenga lugar una estrecha colaboración con todos los Estados, los representantes nacionales de las pymes y las autoridades regionales y locales.
Dicho esto, la dotación de fondos económicos constituye el pilar fundamental sobre el que se han de sustentar estas medidas.
Esta es una relación de los principales programas de ayuda, puestos en marcha por las instituciones europeas:
Fondo de garantías del BEI
Iniciativa propuesta por el Banco Europeo de Inversión (BEI), para inyectar liquidez en las empresas afectadas por el coronavirus.
Se articulará a través de redes bancarias nacionales, mediante préstamos avalados por los Estados miembros. Será dotado con 200.000 millones de euros.
Iniciativa SURE
Fondo europeo destinado a combatir el desempleo, y dotado con 100.000 millones de euros en préstamos a los países afectados por la pandemia.
Su principal objetivo es el incentivo del sistema de empleo temporal.
Programa COSME
Programa destinado a mejorar la financiación de las pymes, así como su internacionalización. Está dotado con 2,3 billones de euros
Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas
El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) ha desbloqueado 1.000 millones de euros, que van a utilizarse como garantía para que el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) incentive a los bancos y entidades de préstamo a inyectar liquidez a las pymes.
Programa Escalar
El programa European Scale-up Action for Risk capital (ESCALAR) dispone de 300 millones de euros destinados a aquellas gestoras que inviertan en pymes con alto potencial de crecimiento.
Es decir, se trata de una inversión en capital riesgo, que espera atraer la inversión del capital privado, hasta un total de 1.200 millones de euros.