De acuerdo con las estimaciones publicadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la economía española podría recuperarse a un ritmo más rápido de lo previsto.
Las previsiones publicadas en el informe “Perspectiva Económica”, actualizado el pasado mes de septiembre, apuntan a un crecimiento del PIB español del 6,8% en el presente ejercicio, y del 6,6% en 2022.
Contraste en las predicciones anteriores
Estas cifras contrastan notablemente, tanto con las expresadas por la misma estimaciones de la OCDE a comienzos de año, como con las del propio Gobierno y otras organizaciones.
Por un lado, la propia OCDE ha incrementado en tres y nueve décimas sus previsiones de crecimiento, respecto a las emitidas a finales del pasado mayo.
Así mismo, su estimación para 2021 supera en tres décimas a la del Gobierno, quien cifra el crecimiento del PIB en el 6,5%, pero reduce la previsión de este para 2022. De acuerdo con el Ejecutivo español, nuestro país crecerá a un ritmo del 7%.
Menor optimismo en el FMI y la Comisión Europea
En el otro lado de la balanza, se sitúan el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea. A finales de julio, el primero redujo la previsión de crecimiento del PIB español al 6,2% en 2021. Sin embargo, incrementó hasta el 5,8%, su anterior previsión para el año 2022.
Semanas antes, la Comisión Europea había fijado en el 6,2% su pronóstico para 2021, y en 6,3% para 2022. En las mismas fechas, el Banco de España se expresó con idénticas previsiones que las del FMI.
Indicios de crecimiento
Ciertamente, el repunte en el consumo, y los resultados de las empresas españolas del primer semestre parecen haber calado en el club de las principales economías.
Tras un comienzo dubitativo, la facturación de las empresas españolas durante los meses de marzo, abril, mayo y junio se disparó un 20,9%, 58,7%, 39,9% y 22,2%, respectivamente.
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Por otra parte, y de acuerdo con el Índice de Gestores de Compras (PMI, por sus siglas en inglés), el consumo de las familias españolas superó en verano su mejor cifra desde el año 2006.
Además, el índice de confianza del consumidor (ICC), publicado en junio por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), alcanzó los 89 puntos, lo que representa la máxima puntuación desde el comienzo de la pandemia.
Finalmente, no hay que olvidar los 140.000 millones de euros, provenientes de los fondos europeos, cuyo impacto aún está por verse, pero que podrían contribuir a acelerar la recuperación.
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Ahora, toca esperar a la réplica por parte del resto de organizaciones, para comprobar si estos indicios de recuperación son suficientes para confirmar las estimaciones de la OCDE.
Liderazgo en recuperación económica
Las nuevas previsiones dibujan un escenario en el que España va a liderar el crecimiento de las economías avanzadas en 2021, tan solo por debajo de Argentina (+7,6%), Turquía (+8,4%), China (+8,5%), e India (+9,7%).
Ya en 2022, España solo tendrá por encima a India, que crecerá a un ritmo del 7,9%. En lo que respecta a la zona Euro, España avanzará por encima de la media, la cual se sitúa en el 5,3%, en el actual ejercicio, y el 4,6%, en 2022.
Cabe destacar que España también crecerá por encima de las principales potencias europeas, tanto en 2021, como en 2022. Alemania crecerá un 2,9% y 4,6%, Italia un 5,9% y 4,1%, y Francia un 6,3% y 4%, en cada ejercicio respectivamente.
Recuperación completa en 2022
No obstante, conviene puntualizar que el fuerte repunte estimado viene precedido por una de las mayores caídas del PIB, entre los países desarrollados.
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En 2020, España perdió el 10,8% de su PIB, lo cual ha condicionado las fechas en las que regresar a la situación económica previa a la crisis de la COVID-19.
De hecho, las estimaciones de la Comisión Europea, formuladas el año pasado, señalaban que solo cinco países miembros habrán podido recuperarse por completo a finales de 2021: Alemania, Eslovaquia, Croacia y Polonia.
Por el contrario, países como Italia, España y Países Bajos han visto limitada su recuperación, por su dependencia respecto al comercio internacional. Así, al igual que otros de sus socios europeos, tendrán que esperar al año que viene, para ver sus economías completamente restauradas.