Según hemos analizado en anteriores publicaciones, es más que probable que la progresiva retirada de las medidas de apoyo a las empresas por parte del gobierno repercuta de manera directa en el incremento de las insolvencias.
Los créditos ICO y los ERTES han permitido que buena parte del tejido empresarial continuase su actividad económica, a pesar de las importantes restricciones y la caída de la demanda. Sin embargo, la situación financiera de muchas empresas es especialmente sensible. De hecho, en el primer trimestre del año, ya se ha producido un incremento del 29% de las insolvencias.
Esta tendencia no está exclusivamente vinculada al entorno de la pandemia. Desde 2019 ya se venía anticipando una ralentización económica que se agravó notablemente con la llegada de la COVID-19.
De hecho, el “Informe Global sobre Insolvencias” publicado por Euler Hermes, uno de nuestros accionistas, en 2019 ya advertía acerca de la ralentización de las principales economías mundiales y el incremento de un 10% en las insolvencias.
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Ahora, el último informe sobre insolvencias empresariales, elaborado por Solunion, pronostica un crecimiento en España del 30% a lo largo del presente ejercicio, así como una tendencia alcista durante los próximos tres años.
A nivel europeo, el incremento de las insolvencias podría retrasarse gracias a las medidas fiscales para inyectar liquidez a las empresas, así como a la no obligación de la presentación de concurso de acreedores en algunos de los estados miembros.
No obstante, es previsible que el repunte tenga lugar, a partir de finales de año, especialmente, tras las elecciones en Francia y Alemania.
Principales regiones españolas afectadas
Aunque el aumento de los impagos va a tener lugar de forma generalizada, hay tres comunidades autónomas que se verán especialmente afectadas por este fenómeno. Teniendo en cuenta el volumen total de negocio, las comunidades con mayor número de insolvencias empresariales en 2021 son:
- Cataluña, que tendrá un repunte del 37% de sus insolvencias, en comparación con 2020.
- Madrid, que asistirá a un crecimiento del 31%.
- Y la Comunidad Valenciana, que también se verá afectada por un notable crecimiento del 25%.
No obstante, en términos relativos, otras comunidades también protagonizarán un abultado crecimiento de sus insolvencias empresariales, como es el caso de Canarias (40%), Baleares (37%), País Vasco (32%), Murcia (27%), y Aragón (25%).
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Sectores de mayor riesgo
Por otro lado, hay que prestar especial atención a un conjunto de sectores, cuyo nivel de insolvencia va a experimentar un mayor crecimiento. Dada la naturaleza de estos sectores y su cadena logística, las medidas de restricción durante los primeros meses de la pandemia provocaron un mayor impacto en su cuenta de resultados.
Evidentemente, el sector servicios, empujado por el turismo y la hostelería, será el gran protagonista, con un aumento de las insolvencias, de hasta el 60%. Sin embargo, también hay otros sectores a destacar como el papel (41%), el textil (38%), la automoción (35%) o el comercio minorista (31%).
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Perspectivas de recuperación
En principio, no se espera que los niveles de facturación y rentabilidad, previos a la crisis del coronavirus, se recuperen hasta finales de 2022 e incluso algunas previsiones más conservadoras apuntan a mediados de 2023. Esto augura un largo periplo para las empresas, caracterizado por dificultades de flujo de caja.
De acuerdo con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Europa ha sido la región más castigada económicamente por la pandemia. Entre otros países, como Francia e Italia, destaca el caso de España, donde la caída del PIB finalmente fue del 11% y la deuda pública subio hasta situarse en el 123%.
En lo que se refiere al proceso de recuperación, el citado informe de Solunion, augura que el PIB mundial se recuperará un 5,1% en 2021, aunque lo hará con menor ritmo en Europa y Latinoamérica, que en Asia y Estados Unidos.
Ya en 2022, el PIB de España y la zona euro debería poder crecer al ritmo del 5,7% y 4%, respectivamente.
