El proceso de digitalización de las empresas está lleno de decisiones que pueden precipitar la acumulación errores y el abandono del proyecto de transformación digital.
De acuerdo con cifras de McKinsey & Company, el 70% de las iniciativas de transformación digital llevadas a cabo por las organizaciones fracasan. Además, las compañías que lo consiguen reportan que solo alcanzan de media el 67% de los beneficios máximos que habían calculado al comienzo del proceso.
Fracasar en la transformación digital de una empresa no es una opción. De esta forma, si se desea incrementar las probabilidades de éxito, se necesita detectar prematuramente los errores en la digitalización del negocio.
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Ausencia de cultura corporativa del cambio
Según Harvard Business Review, uno de los pilares fundamentales de la transformación digital tiene lugar por iniciativa de la dirección y se ramifica verticalmente a lo largo del resto de la organización. Esto significa que es necesario contar con un claro liderazgo capaz de transmitir la visión digital de la empresa y aglomerar a todos sus empleados detrás de esta visión.
Falta de prioridades en la digitalización de las empresas
Algunos CEOs y demás directivos se muestran reacios ante la idea de afrontar la digitalización. Esto los lleva a comenzar múltiples iniciativas simultáneamente, forzando la adopción de nuevas herramientas y tecnologías, lo que desenboca en errores en la digitalización de las empresas.
Esta forma de proceder genera una enorme dispersión de recursos e impide establecer el imprescindible foco de atención. Cada iniciativa debería ser fruto de un elevado consenso dentro de los distintos departamentos, y es elemental contar con un líder de proyecto y un equipo cualificado. Finalmente, también se debe garantizar un despliegue coordinado de forma global para garantizar el éxito.
Dejar de lado al cliente
A menudo, la digitalización de las empresas es concebida como la adaptación y optimización de los procesos internos mediante el uso de nuevas tecnologías. Desde esa perspectiva, el objetivo último es mejorar la eficiencia, logrando así un mayor retorno de la inversión y rendimiento sobre el capital.
Sin embargo, el tomador de decisiones realmente relevante no es otro que el cliente y/o consumidor de los productos o servicios de la empresa. La adopción de nuevas tecnologías jamás debería anteponerse o eclipsar la importancia de la experiencia del cliente.
Por lo tanto, la evolución digital de la organización también debe estar volcada en la mejora de la experiencia de los clientes, evitando errores en la digitalización de las empresas, máxime en un entorno como el actual, donde el mundo digital se ha convertido en una constante de nuestras vidas.
Exclusión de objetivos a medio y largo plazo en la digitalización de las empresas
La transformación digital no es un proceso aislado, sino un estado perpetuo de adaptación y cambio. Por supuesto, su éxito se puede medir por el logro sucesivo de objetivos y el ROI obtenido con ellos.
No obstante, no se debe cometer el error de contemplar la digitalización de las empresas como un mero proyecto del departamento de IT (Tecnologías de la Información), cuya ejecución tiene un comienzo y un final. No se trata de una iniciativa a corto plazo, sino de una cultura de cambio que, como tal, requiere una visión complementaria de largo plazo.
Lectura recomendada:
Centrarse únicamente en el retorno en la inversión
Existe el peligro de centrarse únicamente en el retorno de la inversión como parámetro del éxito en la transformación digital. Por ese motivo, también se debe recurrir a otras métricas tales como las ratios de adopción de las nuevas aplicaciones, la utilización de nuevos canales digitales o el nivel de “engagement” del target objetivo dentro del entorno digital.
No adoptar una metodología ágil en la digitalización de las empresas
El estudio “IT Project Sink or Swim” señaló la gestión mediante el modelo Waterfall como el principal factor de fracaso en el desarrollo de proyectos de IT. Este tradicional modelo, utilizado para el desarrollo y despliegue de soluciones informáticas, se ha quedado obsoleto.
El entorno competitivo actual demanda un ritmo acelerado de cambio y generación de resultados, cuya solución radica en la adopción de metodologías ágiles. Según Forbes, el 70% de las empresas ya ha adoptado algún tipo de programa de transformación digital o están diseñando una estrategia para comenzar a implementarla.
Por tanto, es fundamental comenzar este proceso cuanto antes pero, sobre todo, entendiendo los riesgos y los cambios que son necesarios a la hora de planificar y ejecutar la digitalización de las empresas.