La publicación de la versión inicial del Plan Estratégico Agrario de la Política Agraria Común (PEPAC), para España en el periodo 2023-2027, ha suscitado críticas tanto positivas como negativas por parte de los principales grupos ecologistas y ONG medioambientales a nivel nacional.
El propósito de este artículo es reproducir las emitidas por un grupo de interés relevante, como es el de los colectivos ecologistas.
Contaminación atmosférica y del agua
Una de las principales críticas es el hecho de que el sector agrario haya sido el único que incrementó sus gases de efecto invernadero durante el periodo 2019-2020, con un repunte del 2,3%. En opinión de los grupos ecologistas, el Plan Estratégico Agrario debería adoptar medidas más restrictivas que contribuyan a revertir esta tendencia.
Por otro lado, la contaminación del agua por nitratos se ha convertido en un problema grave. La Comisión Europea ha denunciado a España frente al Tribunal Europeo de Justicia de la Unión Europea (TJUE) debido al mal estado de conservación de las aguas.
Sobra decir que la disponibilidad de agua es un factor clave para el sector agrario español. Actualmente, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) estima que el 30% de la cosecha está en peligro debido a la prolongada sequía. El nuevo PEPAC podría jugar un papel relevante en la corrección de las deficiencias en la gestión hidrológica.
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En opinión de los grupos ecologistas, es necesario reducir la utilización de fertilizantes sintéticos y mejorar la gestión de los purines.
Un ejemplo del margen de mejora existente es el vertido descontrolado de 200.000 litros de purines que tuvo lugar en Santiago de Compostela el pasado mes de septiembre, y que obligó a cortar el suministro de agua potable.
Estas deficiencias en la gestión han acarreado un elevado nivel de contaminación de los acuíferos españoles, motivo del proceso sancionador de la Comisión Europea mencionado previamente.
Necesidad de mayor ahorro de agua
El sector agrícola consume tres cuartas partes de agua utilizada en España. En ese sentido, gran parte de la red de regadío nacional necesita una urgente modernización y optimización. Aún persiste un gran número de sistemas de riego a manta e irrigación por aspersión, cuya sostenibilidad es cuestionable.
Los grupos ecologistas han señalado que, a menudo, las medidas de modernización que se llevan a cabo no tienen en cuenta las necesidades de ahorro del sector. No obstante, cabe señalar que algunos proyectos, como el despliegue del sistema gota a gota semienterrado en la Ribera del Guadiana, han tenido un éxito considerable.
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Críticas a los “ecoesquemas” del Plan Estratégico Agrario
Este instrumento de pago es una de las grandes novedades del Plan Estratégico Agrario y aspira a incentivar las prácticas agrícolas más ecológicas.
No obstante, las ONG se han mostrado preocupadas por tres aspectos:
- Por un lado, el uso de herbicidas de amplio espectro en la siembra directa. Este compuesto químico tiene efectos adversos sobre la salud de las personas y el medio ambiente.
- Por otra parte, la utilización de este instrumento supone que las tierras de regadío reciban un 300% más de dinero por hectárea que las tierras de secano.
- Finalmente, también ponen en cuestión que solo sea posible cobrar por la aplicación de una práctica agrícola en la misma hectárea. Esta limitación supone un perjuicio para los sistemas de alto valor natural en los que se utilizan múltiples prácticas de agricultura.
De forma complementaria, han sugerido la instauración de modelos alternativos, como el pago por resultado.
La conclusión por parte de estas organizaciones es que la versión inicial del PEPAC no favorece que las producciones más intensivas auxiliadas -como el cebo de terneros y el cultivo de remolacha, arroz y tomate de industria- reduzcan su impacto medioambiental.
Concretamente, consideran que este tipo de producciones aún tienen una excesiva dependencia de recursos naturales, como la deforestación, así como el excesivo consumo de agua, agroquímicos y energía.
Medidas del Plan Estratégico Agrario valoradas positivamente
Las ONG también han reconocido el avance que suponen determinadas medidas incluidas en el PEPAC. Entre ellas, destacan:
- La reserva de un porcentaje mínimo de elementos no productivos en los campos de cultivo, lo cual favorece la biodiversidad.
- El apoyo a la ganadería extensiva mediante herramientas de pago directo.
- Las ayudas al olivar tradicional, como medida de conservación de la biodiversidad de especies en declive, como es el caso del alzacola rojizo.
Alternativas y medidas sugeridas
Por último, los grupos ecologistas también han echado en falta la incorporación de otro tipo de medidas y modelos agrícolas novedosos, cuya aplicación consideran beneficiosa. Tal es el caso, por ejemplo, de los contratos territoriales por explotación, los bancos de tierras y otros modelos asociativos o colectivos.