En España hay un total de 18.000 empresas multinacionales, las cuales generan 1,8 millones de empleos directos. Su política inversora juega, por tanto, un papel fundamental en la recuperación económica.
El 31% de estas multinacionales tiene previsto incrementar o mantener sus inversiones en España durante el presente año. Por otra parte, el 53% estima que su inversión se mantendrá en niveles similares al pasado ejercicio. Solo el 16% prevé una reducción de su inversión en nuestro país.
Estas son algunas de las principales cifras extraídas del “Barómetro del clima de negocios en España desde la perspectiva del inversor extranjero”, elaborado por ICEX-Invest in Spain, Multinacionales por Marca España y el International Center for Competitiveness del IESE.
Ligero retroceso de las inversiones en España respecto a 2021
Aunque estas cifras están en la línea de la voluntad de las multinacionales durante el año 2022, suponen un empeoramiento de la intención inversora respecto del ejercicio anterior. Concretamente, en 2021, el 88% de estas empresas mantuvo o aumentó sus inversiones. Por otro lado, el 12% reconocía haber reducido su presencia en el país y el 16% tenía previsto hacerlo.
Cabe señalar que el 2022 ha sido un año especialmente convulso, debido a múltiples factores que han incrementado la incertidumbre tanto en el mercado español como en el mercado internacional. La guerra en Ucrania, la hiperinflación -especialmente en el sector energético- y la subida del salario mínimo han sometido a una fuerte presión al tejido empresarial. Por ejemplo, el 50% de los encuestados afirma que el citado conflicto bélico ha afectado sustancialmente a sus planes.
A pesar de ello, y de acuerdo con el Índice de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA), publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la confianza de los empresarios logró recuperarse durante la segunda mitad del año.
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Fortalezas y debilidades del mercado español como tractor de inversión
El mencionado barómetro señala que los inversores extranjeros valoran, especialmente, la red de infraestructuras españolas, así como la disponibilidad de mano de obra cualificada. No obstante, el factor prioritario es la ubicación geográfica de España, pues constituye un principal punto de entrada al mercado europeo y un nexo indiscutible con el norte de África.
Por último, la calidad de vida también figura como un importante factor de atracción de capital. El ocio y la cultura españoles favorecen la atracción de proyectos y el talento necesario para su desarrollo.
Sin embargo, también hay aspectos que dificultan la atracción de capital fuera de nuestras fronteras. Los costes de la energía llegaron a forzar la paralización de la actividad en numerosas empresas del sector industrial. Asimismo, también han encarecido notablemente el transporte de mercancías.
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Además, aún persiste una fuerte carga burocrática que retrasa el despliegue de los proyectos. A este aspecto hay que unir la sobrecarga del sistema judicial, que posterga extraordinariamente la resolución de los litigios mercantiles. El deterioro de la fiscalidad y los aumentos del salario mínimo también preocupan a los empresarios y pueden terminar contribuyendo a aumentar la inflación.
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Finalmente, los inversores consideran que el gasto público en I+D+i resulta insuficiente para estimular la economía y la competitividad de las empresas.
Aumento en la generación de empleo gracias a las inversiones en España por parte de países extranjeros
Cabe destacar que, pese al incremento del gasto salarial, el 91% de las empresas multinacionales ha mantenido o aumentado el personal en plantilla durante el año 2022. Tan solo el 9% lo ha reducido, lo que supone una mejoría respecto al 12% cifrado en 2021.
Por otra parte, el 36% de estas empresas prevé aumentar las contrataciones. No obstante, se trata de una previsión inferior al 41% del pasado ejercicio.
En este sentido, los empresarios reclaman la aprobación de incentivos para la contratación laboral, así como una legislación mejor adaptada a las necesidades de los proyectos empresariales.