La Comisión Europea aplicó este pasado jueves aranceles provisionales de hasta el 37,6% a los coches eléctricos importados desde China, marcando un nuevo punto en la guerra comercial. Esta medida busca proteger a los fabricantes europeos de lo que Bruselas considera «subvenciones injustas» por parte del gobierno chino.
Se aplicarán de manera diferenciada según el nivel de cooperación de los fabricantes chinos en la investigación realizada por Bruselas, y que se inició en octubre de 2023:
- BYD: 17,4%
- Geely: 19,9%
- SAIC: 37,6%
- Otros productores que han cooperado con las autoridades europeas: 20,8%
- Productores que aún no aún no han cooperado con la investigación: 37,6%
Según ha indicado la CE, tras revisar los comentarios sobre la precisión de los cálculos presentados por las partes interesadas, las cifras se ajustaron a la baja en comparación con los aranceles anunciados el pasado 12 de junio.
Estos aranceles tendrán una duración máxima de cuatro meses, en los que se deberá decidir sobre los aranceles definitivos, que los Estados miembros de la UE someterán a votación. La reacción de China no se ha hecho esperar, anunciando investigaciones y posibles aranceles a productos europeos.
Justificación de los aranceles e impacto esperado
Según la Comisión Europea, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos se benefician de «subvenciones injustas» que distorsionan la competencia y perjudican a los productores europeos. Estas subvenciones incluyen préstamos subsidiados, exenciones fiscales y acceso a terrenos baratos.
La investigación de la Comisión concluyó que estas prácticas crean una amenaza económica significativa para la industria automotriz de la Unión Europea.
Se espera que los aranceles tengan un impacto considerable en el mercado, tanto en Europa como en China.
- Para Europa, la medida pretende proteger a los fabricantes locales y fomentar una competencia más justa. Sin embargo, también existía el temor de que China tomase represalias, como efectivamente ha anunciado que podría hacer.
- En el mercado chino, y según cálculos del Instituto Kiel, un arancel adicional del 20% podría reducir un 25% las exportaciones de vehículos eléctricos chinos hacia la Unión Europea.
Teniendo en cuenta que China exportó a Europa 500.000 vehículos en 2023, la imposición de aranceles podría reducir en 125.000 unidades el volumen de ventas y una caída de 4.000 millones de dólares en la facturación. Esta situación podría llevar a un exceso de capacidad en China y presionar a los fabricantes a buscar otros mercados o ajustar su producción.
Reacciones dentro de la Unión Europea sobre la guerra comercial
La decisión de imponer aranceles a los coches eléctricos chinos ha generado opiniones divididas entre los estados miembros.
Apoyo de países como Francia y España en la guerra comercial
Francia y España han sido los grandes impulsores de esta medida. Francia, en particular, ve los aranceles como una oportunidad para fortalecer su industria automotriz y fomentar la producción local de vehículos eléctricos.
España, por su parte, apoya la medida no solo por razones económicas, sino también porque los ingresos adicionales que generarán los aranceles pueden beneficiar a las arcas de la Unión Europea.
Oposición de Alemania, Suecia y Hungría
Por el contrario, Alemania, Suecia y Hungría han expresado su oposición a los nuevos aranceles, preocupados por las posibles represalias de China y el impacto negativo en sus propias economías.
En particular, Alemania, como uno de los principales exportadores de automóviles a China, teme que los aranceles puedan desencadenar una guerra comercial que perjudique gravemente a su industria automotriz. El país germano exportó 216.299 automóviles a China en 2023, lo que ya representó un 15% menos que el año anterior. Una guerra comercial podría agravar la pérdida de cuota de mercado en Asia.
Previsiones dentro del sector automotriz por la guerra comercial
Sobra decir que la industria automotriz global está en medio de una transformación significativa debido al auge de los vehículos eléctricos (VE).
Crecimiento esperado de ventas de vehículos eléctricos
A pesar de las tensiones comerciales y los nuevos aranceles, se espera que las ventas de vehículos eléctricos sigan creciendo a un ritmo acelerado.
Según el informe “Global auto outlook: Steering through turbulence”, elaborado por Allianz, las ventas de nuevos vehículos eléctricos de pasajeros superarán los 18 millones en 2024, lo que representa un crecimiento interanual del 32,8%. Europa liderará este crecimiento con un aumento del 41,2%.
Impacto en los márgenes de beneficio y la competencia
Sin embargo, la intensificación de la competencia y las condiciones económicas inciertas podrían reducir los márgenes brutos y EBIT a 18,7% y 5,2%, respectivamente. En parte, esta reducción se debe a la necesidad de mantener precios competitivos y la inversión significativa en nuevas tecnologías y capacidades de producción.
La competencia se ha intensificado especialmente con la entrada de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, que han logrado consolidarse rápidamente gracias a sus reducidos costes y el apoyo gubernamental.
Evolución de la inversión en I+D y colaboración interregional
Por último, se espera que la proporción de ingresos destinados a I+D aumente a 4,5%, mientras que la relación de CapEx a ventas podría llegar al 5,4%. Estas inversiones son cruciales para desarrollar nuevas tecnologías, mejorar la eficiencia energética y reducir los costes.
Represalias por parte de China
La respuesta de China a los aranceles europeos ha sido estratégica y selectiva, enfocándose en sectores clave para ciertos países europeos. Esta táctica busca maximizar el impacto de las represalias y enviar un mensaje contundente a los principales impulsores de la imposición de los aranceles.
Por ese motivo, China ha elegido sectores que son cruciales para las economías de los países como España y Francia, quienes tienen una fuerte dependencia de sus exportaciones porcinas y automotrices, respectivamente.
Al hacerlo, Pekín busca ejercer presión sobre estos países para que reconsideren su postura, así como crear divisiones dentro de la Unión Europea.
Impacto esperado en el sector porcino español en la guerra comercial
En el caso de España, el foco se ha puesto en el sector porcino español. El Ministerio de Comercio de China ha comunicado el inicio de una investigación antidumping sobre las importaciones de carne de cerdo, incluyendo carne refrigerada y congelada, casquería, grasa de cerdo y otros derivados.
El proceso investigará las importaciones realizadas en 2023 y evaluará los daños provocados al sector porcino chino entre 2020 y 2023. Está previsto que la investigación dure un año, con la posibilidad de extenderse seis meses adicionales si se considera necesario. Durante este periodo, se analizarán las prácticas de precios y el impacto de las importaciones europeas en el mercado chino.
En 2023, nuestro país exportó más de 560.000 toneladas de productos de cerdo a China, con un valor de 1.223 millones de euros. Esto representa el 20,33% de las exportaciones totales de porcino español.
El sector porcino acumula el 61% de las exportaciones agroalimentarias de España. De manera que las posibles sanciones podrían afectar a numerosos productores y a la economía rural española.
Posibles aranceles adicionales a sedanes y SUV europeos
Además, China ha insinuado la posibilidad de imponer aranceles adicionales a los sedanes y SUV europeos con motores de más de 2.5 litros. Actualmente, los vehículos eléctricos europeos están sujetos a un arancel del 15%.
Previsión económica y geopolítica por la guerra comercial
Las tensiones comerciales entre dos de las economías más grandes del mundo tienen repercusiones que van más allá de Europa y China. El aumento de los aranceles y las represalias pueden desacelerar el crecimiento económico global, ya que los países afectados buscarán mercados alternativos y ajustarán sus cadenas de suministro.
Las empresas multinacionales, especialmente en el sector de la automoción, van a tener que afrontar mayores costes e incertidumbre. Esto podría llevar a una reducción en la inversión y un incremento en los precios para los consumidores.
El impacto en el comercio internacional también podría manifestarse en la reconfiguración de alianzas y la búsqueda de nuevos socios comerciales.
Los países fuera de la disputa podrían beneficiarse al convertirse en intermediarios o nuevos destinos para las exportaciones afectadas por los aranceles. Sin embargo, el riesgo de una guerra comercial a gran escala podría desencadenar una contracción del comercio global.