Turquía, ubicada estratégicamente entre Oriente y Occidente, es una de las economías emergentes más dinámicas del mundo. Con una población de más de 85 millones de personas, ofrece un vasto mercado y múltiples oportunidades para las empresas extranjeras, incluida España.
En 2023, el comercio entre ambos países superó los 18.000 millones de euros. Su objetivo es alcanzar los 25.000 millones en los próximos cinco años.
Evolución reciente del mercado turco
Durante los últimos años, la economía turca ha estado marcada por una elevada inflación y depreciación monetaria, aunque se ha mantenido dinámica.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en 2023 la inflación se situó cerca del 64%, y el PIB creció un 4,5%. Todo ello tras incrementos del 11,4% en 2021 y del 5,5% en 2022.
El acceso a créditos de bajo coste, promovido por el gobierno, ha estimulado la producción, inversión y exportación. Esto se ha traducido en una mayor confianza internacional y mejor calificación crediticia del país.
Su economía se estructura en tres sectores principales:
- Sector terciario: representa más de la mitad de la producción económica del país, con un 54% del PIB y el 57,6% del empleo en 2023. Incluye actividades como comercio, transporte, telecomunicaciones y finanzas, con el turismo como sector destacado.
- Sector secundario: la industria supone el 28,3% del PIB y el 27,5% del empleo. Destacan la manufactura, metalurgia, alimentación, automoción, textil y química.
- Sector primario: aunque representa solo el 6,2% del PIB, emplea a una de cada siete personas, gracias a las condiciones geográficas y climáticas favorables que impulsan una potente agricultura.
Acuerdos y colaboraciones recientes de España con el mercado turco
En junio de 2024, España y Turquía fortalecieron significativamente sus relaciones económicas y comerciales a través de la firma de cuatro Memorandos de Entendimiento (MoUs). Estos acuerdos abren nuevas oportunidades comerciales, fomentan la inversión y consolidan la cooperación bilateral entre ambos países. Aquí te indicamos algunos de los más destacados:
- COFIDES y el fondo soberano turco TWF. Cuyo objetivo es explorar oportunidades de inversión en sectores de nuevas tecnologías y transición verde.
- ICEX y la Oficina de Inversiones de Turquía. Con el que se pretende colaborar en el intercambio de información sobre actividades de inversión y promover las empresas españolas y turcas en ambos países.
- Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones de España y la Autoridad de Regulación y Supervisión de Seguros y Pensiones Privadas de Turquía. Aspira a establecer una base para la cooperación y el intercambio de información en la supervisión de compañías de seguros, especialmente en aspectos transfronterizos.
Oportunidades de negocio para las empresas españolas en el mercado turco
El mercado turco ofrece un entorno favorable para las empresas españolas, con un fuerte énfasis en la modernización y la sostenibilidad. Los sectores de energías renovables, digitalización e infraestructuras representan áreas de gran potencial donde la experiencia y tecnología española pueden marcar la diferencia.
Energías renovables
El país se ha comprometido a alcanzar un mix energético renovable del 50% para 2035, lo que abre enormes oportunidades para las empresas españolas con experiencia en este sector. El país busca desarrollar infraestructuras para la producción y distribución de energías renovables como la solar, eólica e hidroeléctrica.
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Digitalización en Turquía
La digitalización es otra área clave donde Turquía está invirtiendo para modernizar su economía y mejorar la competitividad de sus industrias.
Las empresas españolas especializadas en tecnologías de la información y comunicación (TIC) tienen la oportunidad de participar en proyectos de digitalización en diversos sectores, desde la administración pública hasta el comercio y la industria.
Infraestructuras y transporte ferroviario
Turquía está invirtiendo en la expansión y modernización de su red ferroviaria, lo que incluye la construcción de nuevas líneas y la mejora de las existentes.
Además, el país también está desarrollando proyectos en puertos, aeropuertos y carreteras, lo que amplía aún más las oportunidades para las empresas españolas.
Desafíos y barreras para la inversión en Turquía
A pesar del enorme potencial de negocio, el mercado turco también presenta desafíos significativos que las empresas e inversores deben considerar cuidadosamente.
Inflación y depreciación monetaria
En 2023, la inflación se situó cerca del 64%. Este alto nivel de inflación puede erosionar el poder adquisitivo y aumentar los costes operativos para las empresas.
Por otro lado, desde 2019, la lira turca ha experimentado una depreciación significativa. Aunque se ha estabilizado frente al dólar y al euro en los últimos tres meses, esta volatilidad sigue siendo un riesgo.
Estos factores pueden afectar negativamente a la confianza de los inversores internacionales, y hacer que los productos españoles sean más caros para los consumidores turcos, lo que reduciría su demanda.
Riesgos políticos y económicos
Turquía acumula déficits por cuenta corriente y una creciente deuda externa, a lo que se añade una notable falta de reservas de divisas. Además, desde el año 2018, el Gobierno ha ejercido un férreo control sobre las políticas económicas. Esto amenaza la independencia del Banco Central.
Por otra parte, las tensiones en la región, incluidos los conflictos en países vecinos, pueden afectar la estabilidad y seguridad en el país.
Estas circunstancias pueden crear un entorno incierto que puede desalentar la inversión extranjera, aunque las medidas recientes para estabilizar la economía son pasos positivos.
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Ventajas competitivas del mercado turco
Su ubicación geográfica estratégica, una mano de obra joven y calificada, así como los incentivos gubernamentales y reformas pro inversión son factores clave que favorecen la inversión extranjera.
Ubicación geográfica estratégica
La ubicación de Turquía permite a las empresas acceder fácilmente a mercados en Europa, Asia Central, Oriente Medio y África del Norte. Esta conectividad es especialmente beneficiosa para la distribución de productos y servicios.
Con más de 8.300 kilómetros de costa y la progresiva mejora en infraestructuras portuarias, aeroportuarias y ferroviarias, el país está posicionado como un centro logístico clave para el comercio internacional.
Mano de obra calificada y joven en Turquía
La población de Turquía es una de sus mayores fortalezas. Más de la mitad de la población tiene menos de 35 años, lo que garantiza un suministro continuo de trabajadores jóvenes.
De acuerdo con el Banco Mundial, se han realizado inversiones significativas en educación y formación profesional, lo que ha resultado en una mano de obra calificada que puede satisfacer las necesidades de diversos sectores industriales.
Incentivos gubernamentales y reformas pro-inversión
Por último, cabe destacar que el gobierno turco ha implementado diversas políticas y reformas para atraer y facilitar la inversión extranjera.
- Exenciones fiscales, reducciones de impuestos y subvenciones, para sectores específicos.
- Simplificación de los procedimientos burocráticos y mejora del entorno empresarial, mediante reformas que promueven la transparencia y la protección de los derechos de los inversores.
- Fomento de las asociaciones público-privadas (PPP), para el desarrollo de infraestructuras y proyectos estratégicos, lo que facilita la participación de empresas extranjeras.
En conclusión, Turquía es un destino atractivo para las empresas que buscan expandirse en mercados emergentes, aprovechando su ubicación estratégica, una fuerza laboral capacitada y un entorno favorable para la inversión.