De acuerdo con las cifras de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), las exportaciones de carne de vacuno alcanzaron las 243.612 toneladas, con una facturación de 943 millones de euros. Esto supuso un incremento del 4,6% en volumen, así como un 16,5% en valor respecto al ejercicio anterior.
Principales países destinatarios y búsqueda de nuevos mercados
El 90% de la carne de vacuno tiene como destino la Unión Europea. No obstante, el sector ha logrado abrirse paso en mercados internacionales. Entre ellos, destacan Canadá e Indonesia. También Reino Unido, que ha continuado importando carne española tras su salida de la Unión Europea.
Por otro lado, la reciente paralización de las licencias argelinas para la compra de carne de vacuno española ha supuesto un nuevo desafío para el sector. Tradicionalmente, Argelia ha sido un gran socio estratégico, con importaciones cercanas a las 20.000 toneladas de carne, así como 25.000 cabezas de animales vivos. Sin embargo, el apoyo español a las aspiraciones marroquíes en el conflicto del Sáhara pudo provocar indirectamente esta ruptura del flujo comercial.
Lectura recomendada:
Como consecuencia, los principales operadores han centrado sus esfuerzos en países del norte de África, Oriente Medio y del Golfo, como Líbano, Libia, Jordania o Arabia Saudí. Estos países ya cuentan con una estructura logística para la venta tanto de los animales como del pienso.
Subida del precio de la electricidad y el combustible
Ya desde finales de 2021, ANICE alertó de que la prolongada subida del coste energético podría generar pérdidas al sector cárnico por valor de 500 millones de euros. Conviene recordar que, durante el pasado mes de marzo, el precio de la electricidad alcanzó su máximo histórico de 544,98 euros el megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista.
Aunque el conflicto entre Ucrania y Rusia contribuyó a agravar la crisis energética, no es menos cierto que el problema comenzó mucho antes.
Lectura recomendada:
Lejos quedan los abultados precios de la electricidad durante la época invernal. Sin embargo, con la llegada del otoño, la sombra de una nueva crisis vuelve a ceñirse sobre los sectores primarios.
Por otra parte, la huelga de transportes, en respuesta al encarecimiento del combustible, también tuvo un claro impacto sobre la logística del sector cárnico.
Encarecimiento de embalajes y materias primas
Sin embargo, el factor que más ha afectado al negocio ha sido el encarecimiento de los costes de los plásticos y los embalajes. Evidentemente, estos productos, derivados del petróleo, se han visto igualmente afectados por la subida en los precios del crudo.
A esto hay que añadir un incremento en los costes de la materia prima, especialmente los cereales. Durante la pasada primavera, ANICE constató que el precio del cerdo vivo, en la Lonja de Mercolérida, había subido de 1,020 €/kg a principios de año. Luego a 1,172 €/kg en la penúltima semana de febrero. Esto supuso un incremento del 15%, lo cual se antoja insostenible para la viabilidad del sector.
La carne de vacuno ha experimentado los mismos movimientos inflacionistas, con el aliciente de que su precio, en el mercado minorista, es notablemente mayor que el de otras carnes.
Caída del consumo de carne de vacuno
Frente a la carestía de la carne de vacuno, la respuesta del consumidor ha sido decantarse por la carne de porcino. En consecuencia, el sector vacuno se ve obligado a renunciar a sus márgenes de beneficio si quiere dar salida a la carne. Por supuesto, este problema afecta a todo el tejido productivo del sector alimentario.
De hecho, la “Encuesta de coyuntura de la exportación” publicada en el tercer trimestre de 2021 por el Ministerio de Industria, reveló que el 80% de las empresas exportadoras afirma estar en problemas debido a la inflación de precios. El mercado interno da muestras de saturación. Especialmente, teniendo en cuenta la notable diferencia entre el precio mayorista y el minorista.
Lectura recomendada:
Las exportaciones cobran, por tanto, aún más importancia para el sector.
Un 2022 prometedor para la carne de vacuno, aunque no carente de desafíos
A pesar de las circunstancias, el sector tiene puestas sus esperanzas en la campaña veraniega. La reactivación del turismo y la hostelería, superadas las medidas restrictivas frente al coronavirus, debería contribuir a impulsar las ventas de carne de vacuno.
Por el momento, y a la espera de contar con cifras del primer semestre del año, la propia ANICE confirma un crecimiento interanual de las exportaciones del 7,51% gracias a la venta de más de 59.000 durante el primer trimestre.