De acuerdo con la Central de Balances del Banco de España, el 19,2% de las pymes españolas cerraron el ejercicio fiscal 2020 en quiebra técnica. La pandemia y la consiguiente paralización de la economía provocaron que la quinta parte de las empresas con menos de 250 empleados acumulasen deudas por un valor superior al de todo su patrimonio.
Se trata de un contexto difícil. Sin embargo, las pymes cuentan con opciones con las que incrementar su competitividad en el mercado e iniciar su recuperación económica.
Evolución de las insolvencias
La estadística mercantil del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España reflejó un aumento del 86,5% de los concursos de acreedores durante el primer trimestre del año. También una subida del 79% durante la primera mitad del ejercicio.
De hecho, y a la espera de conocer los datos de cierre de 2021, el último “Informe Global sobre Insolvencias” publicado por Euler Hermes pronosticó un crecimiento del 30% de las insolvencias empresariales durante dicho periodo. Dicho informe también auguró que esta tendencia se mantendrá durante un periodo aproximado de tres años.
Optimismo contenido por parte de la dirección de las pymes españolas
A pesar de las evidentes dificultades, las pymes españolas se muestran inmunes al desaliento. Hace escasos meses, Facebook publicó el informe “Global State of Business”, resultado de un conjunto de encuestas realizadas a más de 30.000 responsables de pymes en múltiples países, incluyendo España.
En el caso de las empresas españolas, el 49% de sus directivos se han mostrado optimistas respecto al futuro de su negocio. Asimismo, el 34% de estas empresas ha tenido que reducir la plantilla como consecuencia de la pandemia; una cifra que es ligeramente inferior a la media global situada en el 36%.
En lo que se refiere a las ventas, el 28% de las pymes encuestadas afirmó haber logrado incrementar su facturación, frente al 48% que declaró haber perdido ventas.
Digitalización como factor de recuperación para las pymes españolas
Según el último “Índice de Economía y Sociedad Digital” elaborado por la Comisión Europea (DESI), España ostenta la posición 16 de 27 en la digitalización de sus empresas. Esta posición está lastrada por el progreso de las pymes, que necesitan avanzar en ámbitos clave como:
- Las tecnologías en la nube
- La gestión empresarial del Big Data
- El uso de inteligencia artificial
- El despliegue de comercio electrónico
Evidentemente, la inversión en nuevas tecnologías supone un esfuerzo financiero para las pequeñas y medianas empresas, cuyo balance ha sido sometido a una gran presión durante los últimos años.
Afortunadamente, el Programa Kit Digital, dotado con más de 3.000 millones provenientes del Fondo Europeo Next Generation, tiene previsto repartir bonos digitales de hasta 12.000 euros destinados a pymes españolas y autónomos. En este sentido, hasta 2.000 se destinarán a pequeñas empresas de entre uno y tres empleados, 6.000 para aquellas que oscilen entre los 3 y los 10 y 12.000 para pymes más grandes entre 10 y 50 trabajadores.
Captación y retención del talento
Finalmente, la escasez de talento disponible, especialmente en el ámbito digital, se ha convertido en un gran desafío para las empresas. Los avances tecnológicos no pueden ser adecuadamente aprovechados si no se dispone de personal formado.
Por poner un ejemplo, áreas como la ciberseguridad van a crecer en España a un ritmo del 7,7% durante este año, de acuerdo con IDC Research.
Sin embargo, la inversión por parte de las empresas españolas (20% de su presupuesto de IT) se antoja escasa para las necesidades del mercado. Por este motivo, el mencionado Fondo Europeo Next Generation está llamado a facilitar la capacitación de los profesionales dentro de las empresas.
No obstante, las pymes tendrán que redoblar sus esfuerzos si quieren captar y retener a los especialistas cualificados. Puede que su capacidad para incrementar los salarios sea limitada. Sin embargo, cuentan con otros recursos para crear puestos atractivos. Por ejemplo, la estructura propia de las pymes les confiere mayor flexibilidad organizativa que las grandes empresas.
De acuerdo con el informe “Employer Brand Research 2021” de Randstad, la conciliación laboral y familiar, así como los ambientes de trabajo saludables se han convertido en factores fundamentales para el 66% y el 64% de los profesionales encuestados.
Así mismo, el modelo de retribución flexible mediante el intercambio de servicios puede representar hasta el 30% del salario bruto sin que se incrementen los costes salariales.
En definitiva, las pymes españolas cuentan con la determinación para superar el escenario actual. Existen áreas de mejora en las que incrementar su competitividad. Este es el momento de aprovechar las oportunidades brindadas por los fondos públicos y apostar por el crecimiento.