En los últimos años, la revolución circular ha ganado fuerza en España, impulsada por un contexto socioeconómico marcado por la necesidad de optimizar recursos y un cambio en los valores de los consumidores.
Para las empresas, este cambio en los hábitos de consumo representa una oportunidad para diversificar su oferta y alinearse con las expectativas del consumidor moderno. Incorporar productos reacondicionados o reutilizados en su catálogo no solo puede aumentar las fuentes de ingresos, sino que también fortalece su compromiso con la sostenibilidad.
Un cambio cultural y empresarial
La compra de productos de segunda mano, que solía estar vinculada a grupos sociales con menos recursos, se ha convertido en una práctica común entre todas las clases sociales.
Hoy, esta compra de segunda mano es una opción transversal que atrae a todo tipo de consumidores, independientemente de su nivel económico. Además, el crecimiento de la economía circular está impactando a sectores que antes no se veían afectados por esta tendencia. Desde la moda hasta la tecnología, pasando por los muebles y la decoración, la reutilización de productos se ha convertido en una práctica común en diversas industrias.
Para las empresas, la adopción del modelo circular presenta tanto oportunidades como desafíos.
- Por un lado, tienen la posibilidad de ofrecer productos diferenciados y sostenibles, lo que puede ser un gran atractivo para los consumidores que buscan un consumo más responsable.
- Sin embargo, también deben superar el reto de garantizar la calidad y trazabilidad de los productos. Además de la inversión en la infraestructura necesaria para el reacondicionamiento y la reutilización.
Motivaciones detrás de la compra y venta de productos reutilizados
Las razones que impulsan tanto la compra como la venta de productos reutilizados son diversas y reflejan una mezcla de pragmatismo y responsabilidad social.
El ahorro como principal impulsor
De acuerdo con el informe “La Red del Cambio”, elaborado por Wallapop en colaboración con 40db, el 94% de los encuestados indica que el ahorro es el motivo clave para optar por productos reutilizados. En un contexto de inflación, la posibilidad de adquirir bienes a un precio más bajo sin sacrificar calidad resulta muy atractiva, tanto para consumidores individuales como para empresas.
La sostenibilidad y el consumo responsable como motor secundario de la revolución circular
Junto al factor económico, el deseo de un consumo más sostenible es una motivación creciente. Un 47% de los encuestados señala que la responsabilidad medioambiental juega un papel clave en su decisión de comprar productos de segunda mano.
Además, el 56% de las personas que venden productos lo hace con la intención de evitar el acaparamiento y fomentar la reutilización. Esto refleja un cambio cultural hacia un modelo de consumo más circular.
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Productos reacondicionados
Los productos reacondicionados representan una de las áreas con mayor crecimiento dentro de la economía circular en España. Este tipo de producto es aquel que ha sido usado previamente, pero que pasa por un proceso de revisión y reparación por parte de profesionales. Como consecuencia, se garantiza su correcto funcionamiento.
A diferencia de los productos de segunda mano tradicionales, los reacondicionados incluyen garantías, lo que otorga al consumidor mayor confianza en su compra. Esto los convierte en una opción atractiva, especialmente en sectores como la electrónica y la tecnología.
En España, su demanda ha experimentado un crecimiento significativo. Según el estudio de Wallapop, uno de cada cinco españoles compró más productos reacondicionados en 2023 que durante el año anterior. Se espera que esta tendencia continúe, con proyecciones que indican que, en cinco años, el 90% de los consumidores comprará tantos productos reacondicionados como nuevos, o incluso más. Solo un 8% de los encuestados afirma que nunca comprará este tipo de productos.
Para las empresas, ofrecer productos reacondicionados no solo amplía su catálogo, sino que también mejora su relación con los consumidores. Al garantizar productos con un ciclo de vida más largo y un impacto medioambiental menor, las empresas pueden fortalecer su compromiso con la sostenibilidad, lo que mejora la fidelización de clientes.
Transformación del retail en la revolución circular
El mercado de segunda mano ha dejado de estar exclusivamente en manos de pequeños actores. Las grandes empresas y retailers han comenzado a incorporar productos reutilizados en su oferta. Su objetivo es el de responder a las nuevas demandas de los consumidores y adaptar sus modelos de negocio a la economía circular.
Esta apuesta no solo responde a las necesidades de un consumidor más consciente, sino también a la creciente presión por parte de legislaciones que promueven un consumo más sostenible. Además, la digitalización y el auge de plataformas especializadas han facilitado la compra y venta de productos de segunda mano. Los consumidores valoran cada vez más la transparencia en las cadenas de suministro y exigen productos con menor impacto medioambiental.
Según el citado estudio, el 77% de los encuestados desea visualizar el impacto ambiental de sus compras. Esto ha llevado a muchos retailers a repensar sus estrategias y adaptarse a estas exigencias mediante la introducción de etiquetas de sostenibilidad y durabilidad.
Nuevos modelos de negocio
El crecimiento de la segunda mano también ha dado lugar a la creación de nuevos modelos de negocio.
- Las plataformas de compraventa, como Wallapop o Vinted, permiten a los consumidores acceder fácilmente a productos reutilizados.
- Por otro lado, los grandes marketplaces, como Amazon, han incorporado productos reacondicionados a través de programas específicos.
Principales productos y sectores afectados por la revolución circular
El auge de la economía circular ha impactado a diferentes sectores y tipos de productos, con algunos destacándose por su rápida adopción y otros emergiendo con gran potencial.
- Según un estudio de Idealo, los libros son los artículos de segunda mano más buscados por los consumidores españoles, con un 42% de interés.
- Le siguen la ropa y accesorios, con un 39%, y la tecnología reacondicionada, con un 33%. De hecho, la demanda de electrónica reacondicionada ha crecido un 20% en el último año, y se prevé que un 90% de los consumidores adquiera al menos tantos productos reacondicionados como nuevos en los próximos cinco años.
- Por otro lado, la demanda de muebles de segunda mano también está en aumento, con un 29% de españoles interesados en adquirirlos para reformar sus hogares sin recurrir a productos nuevos.
- Además, la decoración de segunda mano está ganando terreno, impulsada por el creciente interés en la personalización de espacios y el deseo de evitar el desperdicio de materiales.
Beneficios para las empresas en adoptar la circularidad en su oferta
Por último, hay que poner en valor que adoptar un modelo de negocio circular no solo beneficia al medio ambiente, sino que también genera ventajas significativas para las empresas.
Reducción de costes y optimización de inventarios
Al incorporar productos reacondicionados o de segunda mano en su oferta, las empresas pueden reducir la necesidad de fabricar nuevos artículos, lo que disminuye los gastos operativos. Además, optimizan sus inventarios, al permitir la reutilización de productos que, de otro modo, podrían quedar obsoletos o sin vender. Esto no solo optimiza recursos, sino que también evita el almacenamiento prolongado de stock.
Generación de nuevas fuentes de ingresos y mercados en la revolución circular
La venta de productos reacondicionados o de segunda mano permite beneficios adicionales con bienes que ya han sido amortizados. También facilita la entrada en nuevos mercados, especialmente en segmentos de consumidores que buscan alternativas más económicas o sostenibles.
Mejora de la imagen corporativa y alineación con la sostenibilidad
Finalmente, la revolución circular mejora la percepción de la empresa entre los consumidores, especialmente en un contexto donde la sostenibilidad es un factor determinante en las decisiones de compra.
Las empresas que implementan prácticas de economía circular pueden alinear su imagen corporativa con valores medioambientales y sociales, lo que genera mayor lealtad por parte de los clientes y una diferenciación frente a la competencia. En este sentido, según Wallapop, el 77% de los consumidores valoran la transparencia en cuanto al impacto ambiental de sus compras.