La caída de la demanda, los problemas de liquidez y la paralización de las inversiones son algunas las principales preocupaciones de las startups europeas, como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Según el último estudio internacional publicado por Wayra España, el hub de innovación de Telefónica, la crisis ha tenido un impacto negativo en el 74% de las 200 startups encuestadas, entre las que figuran marcas españolas y británicas.
No obstante, cada sector afronta circunstancias distintas y la actitud mayoritaria es la del optimismo frente al futuro.
Sectores de emprendimiento perjudicado y favorecidos por el coronavirus
El citado estudio indica que el 26% de las startups encuestadas considera que la crisis ha tenido un impacto positivo en su negocio, porque puede contribuir a acelerar su digitalización.
De hecho, el 42% de estas empresas espera lograr un incremento de sus ingresos de entre el 20% y el 50%.
Además, de acuerdo con múltiples gestoras y fondos de inversión de capital de riesgo, hay determinados sectores que se están viendo favorecidos por la coyuntura actual.
Tal es el caso de la formación online, los videojuegos, la salud y la biotecnología. Este último sector presenta, además, períodos de maduración más largos, dado que el desarrollo de productos farmacológicos y otras soluciones requieren meses o incluso años de desarrollo. En consecuencia, la paralización económica actual podría ralentizar el proceso, pero no afectar a proyectos cuya salida al mercado aún tardará mucho en llegar.
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Por el contrario, sectores como el inmobiliario, el turismo, el retail, los servicios del hogar o los servicios a empresas, que requieren una venta o asistencia presencial, están teniendo que afrontar una paralización prácticamente absoluta del negocio, con los riesgos que eso supone para su continuidad.
Financiación para startups que ayuden a combatir el coronavirus
Recientemente, la Comisión Europea ha realizado un llamamiento a las startups y pymes, cuyas propuestas pueden ayudar a combatir la epidemia, para que se presenten a la próxima ronda de financiación del Consejo Europeo de Innovación (EIC).
La Comisión se ha comprometido a acelerar la entrega de las subvenciones relacionadas con el coronavirus.
Además, también está redoblando sus esfuerzos para apoyar aquellos proyectos que ya fueron financiados en anteriores rondas, y que actualmente están contribuyendo activamente en la lucha contra el virus.
Tal es el caso del proyecto noruego EpiShuttle, de creación de unidades de aislamiento especializadas y unipersonales.
Medidas adoptadas
De acuerdo con el citado estudio de Wayra, y con el fin de mantener el correcto funcionamiento, todas las startups han implantado el teletrabajo de forma generalizada y, para el 85%, este cambio no ha supuesto una alteración de su actividad.
En parte, gracias a este proceso de adaptación, el 72% confía en mantener o incluso aumentar su plantilla a lo largo de los próximos meses.
En el otro extremo, el 20% tiene previsto una reducción de la plantilla, y el 9% una reducción de la jornada laboral.
Paralización de los fondos de inversión
Por otro lado, un 54% de las startups encuestadas por Wayra se encontraba en un proceso de búsqueda activa de inversión, que ahora podría verse truncada.
Buena parte de los fondos de capital riesgo están adoptando políticas conservadoras. Es decir, se han paralizado la mayor parte de las rondas de financiación que estaban en proceso de negociación, y se ha optado por esperar a que la situación vuelva a estabilizarse.
Expectativas y factores de supervivencia
En lo que concierne a la continuidad del negocio, hay un 6% de las startups encuestadas que considera que el cese de su actividad es inevitable. Sin embargo, el 57% de estas confía en que podrá retomarla con normalidad, una vez haya cesado el confinamiento.
Los principales desafíos para la continuidad del negocio son la liquidez y la prolongación de las medidas de confinamiento e inactividad económica.
Para el 20% de los emprendedores, sus startups pueden sobrevivir en un contexto de parálisis de la actividad durante un periodo de hasta tres meses.
Este límite temporal se debe a la pérdida de liquidez ocasionada por la paralización de la actividad y la consiguiente reducción de los ingresos.
Por ese motivo, la gestión de tesorería y la reducción de costes se han convertido en las prioridades.
En este ámbito, las medidas más habituales están consistiendo en la reducción de:
- Los costes operativos.
- La plantilla y las jornadas laborales.
- La inversión en marketing.
Por último, cabe destacar que el 62% de las startups españolas ya contaba con un plan de contingencia preparado, una vez comenzó la crisis.
Entre las medidas adoptadas, destacan:
- Los planes de retención de clientes.
- La reorientación del modelo de negocio, para apoyar la resolución de la crisis sanitaria.
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