La cadena internacional de suministro está viéndose sometida a una fuerte presión, debido al alza en el precio de los fletes, y el retraso de los transportes.
Las empresas exportadoras, especialmente las pymes, son las principales afectadas, al no contar con suficiente pulmón financiero para soportar esta alteración en su estructura de costes. Sin embargo, el sector exportador en su conjunto se muestra pesimista respecto al cierre de año.
Impacto de los fletes internacionales en cifras
Con anterioridad a la crisis del coronavirus, el coste medio del contenedor era de 2.000 dólares. Sin embargo, el pasado mes de julio, este coste alcanzó los 14.000 dólares. Esto supone un incremento del 700%.
De acuerdo con el departamento de Logística Comercial del organismo de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), algunas rutas han visto multiplicadas por cinco el precio, en comparación con el promedio de los últimos doce años.
Esta alza de los costes también afecta a la composición del precio final de los productos.
En un flete desde Shanghai a Europa, el porcentaje del coste del transporte en el precio final representa alrededor del:
- 63% en el mobiliario montado, frente al 11,6% del año pasado.
- 42%, frente al 7%, en electrodomésticos de gran tamaño.
- 18%, frente al 3%, en electrónica.
- 21%, frente al 3%, en juguetería.
Principales medidas adoptadas
Con el fin de proteger el margen bruto de beneficio o, al menos, minimizar las pérdidas, las empresas exportadoras están adoptando soluciones de diversa índole.
Por un lado, los departamentos de logística han tenido que optimizar sus procesos para paliar el impacto de esta situación.
En primer lugar, están haciendo grandes esfuerzos por mejorar la gestión del inventario, anticipando los pedidos para minimizar los cuellos de botella actuales.
En segundo lugar, también están haciendo lo posible por reducir los costes, incrementando el volumen de cada pedido, y proteger así el margen de beneficio.
Por otro lado, son muchas las empresas que están ampliando su red de transitarios, en la búsqueda de precios más competitivos.
Finalmente, muchos exportadores se han visto obligados a cargar parte de los sobrecostes a sus clientes, con un incremento en el precio de las operaciones.
Factores causantes del incremento de costes
Evidentemente, las restricciones impuestas durante del año pasado, con motivo de la pandemia del coronavirus, provocaron una ralentización del comercio internacional. Esto generó una importante presión, tanto sobre las navieras, como las empresas exportadoras.
En primer lugar, las navieras han reducido el tamaño de sus flotas. Sin embargo, el incremento actual de la demanda ha generado un aumento de los precios, e incluso mayores tiempos de tránsito, debido a la falta de disponibilidad de buques.
De acuerdo con las cifras de la UNCTAD, el tiempo medio de tránsito en las principales rutas comerciales se ha incrementado en un 20%.
En segundo lugar, se están produciendo nuevas restricciones y cierres en puertos de China, causados por rebrotes de coronavirus.
Esto merma la productividad en las zonas portuarias y aumenta, aún más, los tiempos de espera.
Además, no hay que olvidar que el accidente del portacontenedores Evergiven en el canal de Suez afectó a los envíos de buena parte del comercio internacional, inmovilizando a buena parte de la flota de buques, y alargando los tiempos de tránsito.
Finalmente, no hay que olvidar que parte de la flota está realizando trayectos de regreso a China, con sus contenedores vacíos.
Esto se ha debido a que buena parte de los exportadores chinos ejecutaron una intensiva campaña de recuperación de clientes, tras la reapertura de sus puertos. Con el fin de cumplir a tiempo con sus compromisos, llegan a pagar a las navieras para que regresen vacías a los puertos de origen.
Esta es una situación que ya anticipamos hace algunos meses, y cuyas consecuencias en términos de inflación solo han comenzado a apreciarse.
Según los datos del INE, el índice de precios se incrementó en mayor en el 2,7% interanual. En junio, esta tendencia continuó con un aumento del 2,6%.