Recientemente, Euler Hermes, uno de nuestros accionistas, ha publicado el informe “Zero Interest Rate: Redistribution Through the Backdoor”, en el cual analiza las consecuencias que la fijación del tipo de interés cero del dinero está generando sobre la economía europea, así como los efectos de la previsible prolongación de este estímulo económico.
El informe en cuestión distingue entre los efectos causados en los cuatro principales sectores económicos: gobiernos, hogares, empresas no financieras y corporaciones financieras.
Entre los aspectos más destacados están la transferencia de riqueza de los hogares a los gobiernos y la empresa privada, así como el deterioro de la rentabilidad del sector bancario.
En definitiva, este tipo de políticas, encaminadas a revertir la recesión económica y hacer sostenible la deuda de gobiernos y empresas, también tienen consecuencias adversas en el corto plazo, que han de ser tenidas en cuenta.
Gobiernos y sector público como grandes beneficiados
Evidentemente, la caída de los tipo de interés ha contribuido a reducir la enorme carga de la deuda pública, emitida por los gobiernos a lo largo de la última década.
Hay que tener presente que los gobiernos apenas cuentan con activos que devengan intereses. De hecho, deben hacer frente a un volumen de pasivos cinco veces superior, y que se ha visto duplicado en apenas diez años.
De acuerdo con el Eurostat, la tasa de interés percibido se redujo en 165 puntos básicos entre 2008 y 2019, mientras que la tasa de interés pagado se redujo en 240 puntos.
El resultado es que, desde 2008, el ahorro total de los gobiernos de Europa ha ascendido a 195.000 millones de euros.
Sector privado no financiero altamente endeudado: el otro gran beneficiado
Por otro lado, el sector privado también se ha visto beneficiado con la caída de los tipos de interés.
Las empresas no financieras presentan ratios de endeudamiento elevados, aunque no tan pronunciados como en el sector público. De hecho, a lo largo de la última década, sus activos han crecido más rápidamente que sus pasivos.
Según el Eurostat, la tasa de interés percibido se redujo en 260 puntos básicos entre 2008 y 2019; mientras que la tasa de interés pagado se redujo en 305 puntos.
Así, los intereses de la deuda a pagar, desde 2008 hasta la actualidad, se han visto reducidos en 100.000 millones de euros.
El ahorro de los hogares privados no es rentable
La otra cara de la moneda está representada por los hogares y las familias, las cuales se caracterizan por una mayor acumulación de activos cuya rentabilidad está ligada al tipo de interés del dinero, es decir, depósitos a plazo, bonos y otros instrumentos semejantes de deuda pública y privada.De acuerdo con el Eurostat, el rendimiento de sus activos ha caído al 0,6%. Sin embargo, la tasa de interés de sus pasivos se sitúa en 2,5%, es decir, cuatro veces más alta.A lo largo de la última década, los hogares han intentado paliar la caída de la rentabilidad de sus activos, aumentando el volumen de estos, a un ritmo del 2% anual, frente al incremento del 1,6% anual de sus pasivos. De hecho, actualmente, tienen un tercio más de activos que de pasivos.
Sin embargo, para lograr compensar la pérdida de rentabilidad, habrían necesitado aumentar sus activos a un ritmo del 17% anual.
El resultado es que, desde 2008, sus ingresos por intereses se redujeron un 78%, hasta los 53.000 millones de euros en 2019. Este importe aún queda muy lejos de los 171.000 millones de euros en intereses que tuvieron que abonar por sus pasivos, a pesar de la caída del 44%, desde 2008.
Además, el diferencial de tipo de interés apenas ha mejorado para los hogares.
Desde 2008, la tasa de interés percibido se redujo en 274 puntos básicos y la tasa de interés pagado se redujo en 282 puntos.
No ha sido hasta años recientes, que los antiguos préstamos hipotecarios con mayores tasas de interés han comenzado a ser sustituidos por aquellos con tasas más reducidas. Se trata de un mecanismo para atraer nuevos clientes por parte del sector financiero. Este fenómeno sí constituye una mejora en el diferencial de los tipos de interés, dado que los activos ya no tienen margen para continuar cayendo.
El sector financiero pierde rentabilidad
Por último, queda valorar la delicada situación del sector financiero y, en particular, el bancario.
De acuerdo con el informe de Euler Hermes, se trata del único sector con margen de intereses positivos, gracias al exceso de activos y un diferencial de tipos de interés positivo.
Por supuesto, no todo son buenas noticias. Los ingresos netos por intereses cayeron a los 450.000 millones de euros en 2019, lo que supuso una pérdida de 120.000 millones. Desde 2008, la tasa de interés percibido se redujo en 294 puntos básicos y la tasa de interés pagado se redujo en 270 puntos. Conviene recordar que los bancos tienden a disfrutar de reducidas tasas sobre sus pasivos, fundamentalmente depósitos bancarios.
Sea como fuere, el informe de Euler Hermes recuerda que la actual pérdida de rentabilidad del sector financiero puede considerarse una normalización respecto a los cuantiosos ingresos generados durante el periodo previo a la crisis financiera global de 2008.