Tras un año de crecimiento y buenas perspectivas para 2020, las exportaciones españolas de frutas y hortalizas gozan de buena salud. Sin embargo, existen factores de riesgo que se deben abordar para evitar una pérdida de competitividad que ya comienza a manifestarse.
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Crecimiento en el último ejercicio
De acuerdo con los datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, recogidos por la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX), la exportación de productos hortofrutícolas en 2019 experimentó un crecimiento del 9% en volumen, que se traduce en 12 millones de toneladas, y 5% en facturación, más de 12.000 millones de euros.
Evolución del comercio de hortalizas
En lo que respecta a la venta de hortalizas en el exterior, esta se elevó un 6%, hasta alcanzar los 4,9 millones de toneladas. El factor más significativo fue el aumento del valor de facturación, que superó los 5.000 millones de euros; es decir, un 10% más que hace un año.
Ahora bien, no todos los productos tuvieron el mismo comportamiento:
- El pimiento sucedió al tomate como hortaliza estrella de las exportaciones, gracias a un incremento del 11% en volumen (765.000 toneladas), y del 15% en facturación (973 millones de euros).
- En cualquier caso, el tomate aún tuvo un buen comportamiento, con un leve incremento del 0,3% en la facturación (802 millones de euros), y un 5% en el volumen de mercancías (671.000 toneladas).
- Las coles también protagonizaron un aumento del 21% en sus ventas, que superaron las 424.000 toneladas.
- Las lechugas, sin embargo, experimentaron un retroceso del 5% en el volumen de mercancías pero lograron compensar esta bajada, con un aumento del 5% en la facturación, la cual ascendió a 63 millones de euros.
Evolución del comercio de frutas
En lo concerniente a la exportación de frutas, la tendencia también se mantuvo al alza. Concretamente, logró un crecimiento del 12% en volumen gracias a las 7 millones de toneladas vendidas-, y del 3% en facturación, que superó los 7.000 millones de euros.
En este caso, podemos apreciar que el ritmo de crecimiento de la facturación no logró alinearse con el del volumen de mercancías vendidas.
Esta es una característica recurrente en la balanza comercial española del sector frutícola español.
La buena evolución de las ventas no debe impedir un análisis crítico que incentive al sector a mejorar su competitividad, no solo en precio, sino también en valor percibido por parte del mercado.
Debemos recordar que, entre muchos de sus retos, el sector agrario se caracteriza por una estructura de costes que merma sus márgenes.
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Los principales productos se han beneficiado de notables incrementos en el volumen de ventas, con especial incidencia de los cítricos y las frutas de hueso:
- Las ventas del melocotón sobrepasaron las 398.000 toneladas, lo que supuso un ascenso del 5%.
- Se vendieron más de 427.000 toneladas de nectarinas, lo que consolidó un crecimiento del 20%.
- Las ciruelas también protagonizaron una notable alza del 30%, hasta alcanzar las 93.000 toneladas.
Por otro lado, la sandía y el melón también se beneficiaron de una mayor demanda del mercado, y lograron sendas subidas del 6% (906.000 toneladas) y del 15% (453.000 toneladas) en su volumen de ventas.
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Competencia dentro y fuera de la Unión Europea
Pese al incremento de las ventas en el exterior, el sector tiene que hacer frente a competidores tanto dentro, como fuera del mercado común.
Además, las características de estos competidores son muy dispares, lo cual dificulta la definición de una sola política comercial.
Marruecos amenaza al tomate español
Las exportaciones marroquíes se están incrementando a un ritmo superior al previsto en el Acuerdo de Asociación. Dicho acuerdo establece medidas preventivas para evitar repentinas perturbaciones en el mercado de la Unión Europea. Sin embargo, según FEPEX, no se están aplicando.
El resultado es que las hortalizas, y en especial el tomate español, están perdiendo terreno.
Los reducidos costes de mano de obra en Marruecos están favoreciendo las exportaciones de este país a la Unión Europea, que ya superan las 484.000 toneladas.
Los invernaderos de los Países Bajos compiten con la horticultura española
La horticultura española de invernadero siempre ha tenido un gran protagonismo en los mercados europeos.
Sin embargo, los Países Bajos han desarrollado invernaderos de alta tecnología que posibilitan el abastecimiento del mercado durante todo el año, y ofrecen costes de producción muy competitivos.
Dependencia de la Unión Europea
Por último, no hay que olvidar que el sector presenta una fuerte dependencia del mercado comunitario.
De acuerdo con cifras de FEPEX, el 60% de la producción nacional de frutas y hortalizas se destina a las exportaciones. Sin embargo, el 94% de este comercio se vende en la Unión Europea.
Los 13.400 millones de euros que representa la exportación hortofrutícola nacional están en riesgo, especialmente, en una época caracterizada por disputas comerciales entre grandes bloques económicos.
El sector necesita adoptar medidas de modernización y crecimiento fuera de sus mercados tradicionales, con el fin de mejorar su competitividad y reducir su dependencia.