Camerún
Al igual que sucede con muchos exportadores de petróleo, el crecimiento de Camerún experimenta una mayor volatilidad que la media regional. Pese a la caída de los precios del crudo y a la crisis de seguridad, la economía ha demostrado mayor resistencia en comparación con sus homólogos regionales. La diversificación en el sector no petrolero es la clave. Los impulsores del rendimiento de los sectores no petroleros han sido las grandes obras de infraestructura y un mayor apoyo a los sectores agrícola y forestal, lo que ha conducido a una economía más sostenible y, a su vez, ha favorecido la resistencia a las crisis externas. El país también ha conseguido limitar las pérdidas de ingresos relacionadas con la caída del precio del petróleo mediante el aumento de su oferta. Como resultado, el crecimiento del PIB se cifró en el +3,5% en 2017, cuando Gabón o la República del Congo experimentaban una recesión y problemas de deuda. En general, Camerún sigue presentando un endeudamiento muy inferior (la deuda pública se situó en el 34,5% del PIB en 2018) al de los demás miembros de la zona del franco CFA de África Central (61% en Gabón y 115% en la República del Congo)…
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