Costa de Marfil
Después de varias décadas perdidas (ya sea por motivos políticos o a causa de los precios de los productos básicos), Costa de Marfil por fin disfruta de unos sólidos niveles de crecimiento, de alrededor del +9% (media anual) durante los últimos 5 años. El súbito cambio político ha brindado la oportunidad de llevar a cabo una agenda reformista. Esto, a su vez, ha impulsado la facilidad de hacer negocios, como se refleja en la subida registrada en el ranking del Banco Mundial del puesto número 167 que ocupaba en 2012 al 142 en 2017, y en los indicadores de gobernanza. Ha aumentado la diversificación de la economía y el coeficiente de inversión ha subido hasta niveles aceptables (18% del PIB de media durante los últimos 5 años, aproximadamente un +50% más del porcentaje que, desde las tres décadas anteriores, mantenía invariable), lo que ha repercutido considerablemente en el crecimiento.
El indicador ICOR de eficiencia de la inversión se sitúa en 2: Costa de Marfil solo necesitó una inversión del 2% del PIB para producir un 1% de crecimiento, una eficiencia que supera incluso a la China de los años del auge (ICOR de 3). Se están desarrollando nuevos sectores gracias al entorno favorable que ofrece la mejora del marco político y un mayor atractivo para los inversores extranjeros…