Costa Rica

Tras figurar entre las economías más dinámicas de la región latinoamericana (+4,2% de crecimiento del PIB en 2016 y +3,4% en 2017), el crecimiento de Costa Rica en 2018 volvió a situarse por debajo del 3% (+2,7%) por primera vez desde 2013. Parte de esta desaceleración se atribuye a las huelgas del sector público como reacción a la reforma fiscal que preveía reducir los salarios de los trabajadores del sector público. El crecimiento siguió moderándose en el 1T de 2019 (+1,8% interanual) debido a la ralentización del impulso mundial (especialmente entre los socios comerciales) y a la prolongada agitación en Nicaragua, que perjudicó a las exportaciones, mientras los niveles de confianza se mantenían en cotas bajas. Esperamos que el PIB crezca un +2,5% este año y un +2,7% el siguiente, lo que puede explicarse por: (i) la desaceleración del comercio mundial y el impacto sobre la demanda externa a raíz de la agitación en Nicaragua, ya que las exportaciones representan dos tercios del PIB y esto hace que Costa Rica sea vulnerable a las oscilaciones de los flujos comerciales; (ii) la desaceleración de la actividad económica estadounidense, dado el impulso que reportan al país los ingresos de las exportaciones, las IED y la afluencia del turismo procedente de EE. UU.; y (iii) las nuevas leyes fiscales que podrían afectar a los resultados económicos.

El moderado proyecto de ley de importación de energía debería seguir apoyando el consumo privado y las exportaciones netas, y la postura más bien moderada de la Fed debería preservar unas condiciones de financiación relativamente acomodaticias…