Filipinas

Después de unas tasas de crecimiento continuamente estables por encima del +6% desde 2012, esperamos que el crecimiento del PIB real en Filipinas se mantenga sólido en 2019 (+6% en comparación con el +6,2% de 2018), con una fuerte demanda interna como principal impulsor. Se espera que la inversión pública, especialmente el ambicioso programa de gasto en infraestructuras del Presidente Duterte «build build build», apoye el crecimiento en la próxima década, actuando como un sólido estímulo fiscal. Además, debido a la actual integración económica de Filipinas en la cadena de valor mundial, los sectores de las TIC y los servicios se han beneficiado especialmente y se configuran actualmente como los sectores de exportación más potentes de la economía. Una tasa de desempleo históricamente baja (5,2% en 2018) y una menor inflación (desde el 5,2% registrado en 2018) tras un recorte de la tasa por parte del banco central también se traducirá en un consumo privado resistente.

Sin embargo, los riesgos para las perspectivas siguen existiendo: (i) un crecimiento inferior al esperado en países que se consideran sus principales socios comerciales, en particular China; (ii) una nueva escalada del conflicto comercial entre EE. UU. y China y, por tanto, una ralentización general del comercio mundial y (iii) unos crecientes desequilibrios macroeconómicos a causa del deterioro de la cuenta corriente, así como de las balanzas fiscales…