Sector privado resistente
El PIB de Finlandia creció un +1,7% en 2018, en gran parte debido al consumo (+1,9%) y la inversión total (+3,4%). Hasta el 3T de 2019, el rendimiento económico demostró ser resistente, ya que el PIB creció un +0,5% de media, en contraste con el +0,3% registrado en la Eurozona en su conjunto. Esta vez, los factores de crecimiento han sido dispares, desde el crecimiento de las exportaciones en el 1T, a raíz de una importante reducción de existencias de las empresas, hasta el gasto del consumidor en el 2T. Si bien el sector manufacturero ha seguido la tendencia decreciente europea, empujando el crecimiento de las exportaciones en territorio negativo en el 3T, el gasto del consumidor en Finlandia se mantuvo resistente gracias a la recuperación del mercado laboral. La tasa de desempleo cayó por debajo del 7% y debería alcanzar el 6,4% en 2020. Sin embargo, desde mediados de 2019, los consumidores se han vuelto cada vez más cautelosos, como se vio en la caída de las matriculaciones de vehículos (-11% anual en septiembre de 2019).
El crecimiento de la incertidumbre ha aumentado su intención de ahorro: la tasa de ahorro de los hogares en Finlandia es cercana al 9% de la renta bruta disponible, el nivel más alto desde 2013. Entre tanto, dado que la deuda de las economías domésticas registró un nivel récord del 67% del PIB, la Autoridad de Supervisión Financiera de Finlandia (Fin-FSA) ajustó la ratio préstamo/garantía máxima de los préstamos hipotecarios en 2018 (el importe máximo se limitó al 85% de la garantía). También se espera cierta regulación del crédito al consumo…
