Hungría

El crecimiento del PIB real se aceleró del +4% en 2017 al +4,9% en 2018 y hasta una media del +5,1% interanual en el 1S de 2019, principalmente como resultado de la vertiginosa expansión de la inversión fija (+17% en 2018, +20% en el 1S de 2019) gracias a una fuerte absorción continuada de fondos de la UE para proyectos elegibles. El gasto de los consumidores también ha respaldado el crecimiento económico con unos incrementos anuales superiores al +4%, principalmente gracias al rápido crecimiento salarial y a la caída del desempleo. En otro orden de cosas, la aportación de la demanda externa al crecimiento general ha sido negativa, con una expansión de las importaciones que viene superando a las exportaciones desde 2017.

Sin embargo, ya se produjo una desaceleración en el crecimiento y en todos los componentes del lado de la demanda desde el 1T hasta el 2T de 2019, que por varios motivos esperamos que continúe en los próximos trimestres. En primer lugar, los indicadores avanzados como el PMI de fabricación, la producción industrial y las ventas al por menor sugieren una desaceleración gradual en el futuro. En segundo lugar, la moderación de la demanda externa de la debilitada Eurozona, especialmente de Alemania, tendrá un impacto en el rendimiento de las exportaciones húngaras (la expansión real de las exportaciones ya ha caído del +7,7% interanual en el 1T al +2,7% en el 2T de 2019). En general, pronosticamos un crecimiento anual del +4,6% en 2019, seguido del +2,8% en 2020.

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