México

La economía mexicana mostró fortaleza en 2016 (+2,9% de crecimiento del PIB), 2017 (+2,1%) y 2018 (+2,0%). De hecho, el país fue capaz de lidiar con la incertidumbre asociada a la política exterior y comercial de Trump, sumada a la incertidumbre interna relacionada con los comicios de 2018 y la → VICTORIA DE UN PRESIDENTE IZQUIERDISTA. Sin embargo, la elección de Andrés Manuel Lopez Obrador avivó unas esperanzas (la confianza de los consumidores se elevó a unos niveles récord jamás registrados) que no llegaron a materializarse, ya que no se tradujeron en un aumento de las ventas minoristas ni del consumo privado. 

El PIB real disminuyó en el 1T de 2019 (-0,2% intertrimestral) tras estancarse en el 4T, y el sector ndustrial entró en una recesión técnica, lo que puede explicarse en parte por factores temporales, como huelgas laborales e interrupciones en el suministro de combustible. Hay que tener en cuenta que no es nada excepcional que en el primer año de una nueva administración la actividad sea más lenta: en 2001, 2007 y 2013, el crecimiento medio del PIB de México fue inferior en 1 pp a la media registrada en los tres años anteriores. En el 1T de 2019, el consumo privado creció un +0,2% y la inversión se recuperó (+0,7%) después de tres trimestres de contracción, aunque tanto las exportaciones como las importaciones se contrajeron.

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