Perú

Después de haber crecido un sólido +3,9% en 2016, el panorama económico del Perú se ha ensombrecido a raíz del fenómeno costero de El Niño, que provocó devastadoras inundaciones y desprendimientos de tierras durante la temporada de lluvias. El gobierno estima que los esfuerzos de reconstrucción podrían costar hasta 9.000.000.000 USD, puesto que la catástrofe natural ha devastado las infraestructuras del país y ha dejado a cientos de miles de peruanos sin hogar. Ya se han visto impactos negativos en la reducción de la producción de cobre, mientras que la confianza de las empresas disminuyó en marzo, aunque se ha recuperado desde entonces. Los efectos de base producidos en el sector minero también están incidiendo en el dinamismo de la inversión, en un contexto marcado por la debilidad de precios de los productos básicos.

Las exportaciones, de las cuales más de la mitad provienen de la minería, contribuirán en menor medida al crecimiento económico. Sin embargo, una demanda global más prometedora mantendrá el crecimiento de las exportaciones en una posición estable. Finalmente, el escándalo de corrupción que involucra a la empresa constructora brasileña Odebrecht provocó protestas masivas y retrasó grandes proyectos de infraestructura. El consumo público y privado, no obstante, mantendrá la resistencia del crecimiento en el +2,8% en 2017, superando así la media latinoamericana del +1,2% pero situándose muy por debajo de la media del +5,4% anual registrada en el período de 2010 a 2015.

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